Cáritas Diocesana de Córdoba atendió en 2016 a 1.040 personas en algunos de los diferentes recursos con los que cuenta esta organización solidaria y humanitaria, según se desprende del informe de actividad del programa de Personas Sin Hogar del pasado ejercicio, que, bajo el título de 'Un acercamiento a la situación actual de las personas sin hogar en Córdoba, se ha ha dado a conocer esta misma mañana.
"Son 1.040 personas con historias únicas, cada una de ellas con una forma de actuar y de acercarnos a ellas para crecer", según indica en un comunicado la organización en Córdoba. Concretamente, 374 de esas personas fueron atendidas en en el Ala de Baja Exigencia (ABE), 220 más en la casa; 349 en la UVI; 52 en pisos y 45 en la residencia.
Para sacar un perfil, por llamarlo de alguna manera, Cáritas Diocesana señala que del total el 86% de las personas atendidas han sido hombres, frente a un 14% de mujeres. Por edades, el 14 por ciento está entre los 18 y los 25 años, mientras que entre los 26 y los 35 años hay un 13 por ciento. A partir de los 36 años y hasta los 45 se concentra el 22% y la mayoría, en un 38% se sitúa entre los 46 y los 59 años, que es la franja de edad "sobre la que más tenemos que incidir", añade el comunicado. Hay también un 13 por ciento con edades superiores a los 60 años.
En cuanto a la nacionalidad, el 62% es español y el 38% restante, extranjeros. Por el tiempo que han estado sin domicilio fijo el 20% ha estado en esa situación menos de un año; hay un alto 46% entre uno y dos años; un 15% lleva así entre dos y cinco años y hay también un atroz 19% con más de cinco años viendo sin un techo fijo en Córdoba.
Del total, un 31% son solteros, hay un 7% de casados y la inmensa mayoría, hasta llegar al 61%, se encuentran separados o divorciados. Por nivel de estudios, los estudios primarios suman un 61% de los sin hogar, el 21% tienen estudios secundarios, hay un 2% de universitarios y los que carecen por completo de estudios llegan al 16%.
Por tanto el perfil medio indica un hombre de nacionalidad española , separado o divorciado, entre los 45 y los 60 años y sin estudios.
Para Cáritas Diocesana, lejos de querer hablar de estadísticas, se trata de personas, por lo que "sintiendo la llamada del Papa Francisco a luchar contra la pobreza trabajamos por la justicia social", por lo que durante 2016 el equipo técnico el Programa de Personas Sin Hogar ha participado en numerosos foros, encuentros y charlas sobre la situación de estas personas.
Frente a estas cifras, la organización humanitaria asegura que hay también un rayo de esperanza encarnado en la cifra de personas que iniciaron procesos educativos de cambio y de recuperación personal durante 2016 y que sumaron en Córdoba las 273 personas, de las que 97 están teniendo "procesos bastante exitosos", abunda el comunicado.
Así, iniciaron procesos formativos y de incorporación e inclusión sociolaboral, participando en talleres de autoempleo, recuperando lazos afectivos y familiares, accediendo al aprendizaje y uso de nuevas tecnologías, accediendo a una vivienda, iniciando procesos de autopromoción y mejora de su salud,no sólo física y mental, sino también rehanilitadora.
Además, han accedido a puestos de trabajo, prestaciones económicas, que han permitido generar sinergías y espacios de participación dentro de los proyectos que permitieron apoyar a otras personas, sensibilizando sobre alguna realidad y evitando que otros llegaran a pasar por procesos similares a los suyos, iniciando procesos de voluntariado y generando y accediendo a espacios de ocio, cultura o creación artítica.
Desde Cáritas, por tanto, se ha lanzado una serie de propuestas a las administraciones públicas, los medios de comunicación y a la sociedad que pasan por promover reformas estructurales que garanticen el acceso al derecho humano a una vivienda digna y adecuada, animar a la participación de entidades que promuevan y pongan en valor los derechos de las personas sin hogar y a unir en la medida de lo posible los recursos de los que disponen de medios para paliar la situación de estas personas.
Más concretamente, Cáritas reclama a la Junta de Andalucía que "asuma un compromiso mayor y responsabilidad con las personas más vulnerables de nuestra sociedad", ya que q día de hoy "somos muchas las entidades que estamos dando respuesta a necesidades que deberían ser cubiertas por la Administración y empezamos a sentirnos desamparados en esta labor".
A los medios de comunicación se les pide también el uso de un lenguaje que ayude a eliminar las barreras que sufren estas personas para acceder a los derechos humanos y que "evite su estigmatización social".
