Desde hace un tiempo, los miembros del equipo de gobierno municipal, especialmente Amparo Pernichi, concejal de Medio Ambiente, se afanan explicando que la electricidad que consume el Consistorio cordobés, desde los edificios públicos hasta el alumbrado, procede exclusivamente de energía 100% verde. "Córdoba ya sólo consume energía renovable", afirman.
La ciudad tiene el contrato de suministro de energía prorrogado con Endesa, pero el salto para consumir únicamente energía verde no le ha costado ni un euro al Ayuntamiento, a pesar de que las energías renovables son más caras, como reconocen en la empresa eléctrica. ¿Cómo es eso posible? En realidad, técnicamente no ha cambiado nada desde el año pasado a éste ni tampoco el Ayuntamiento de Córdoba tiene una electricidad diferente a la de cualquier municipio español conectado a la red eléctrica. La energía que consume el Consistorio es en esencia la misma ahora que en años anteriores.
Es imposible desde un punto de vista técnico abastecer a una ciudad como Córdoba sólo con energías renovables. Lo explican claramente fuentes de la propia Endesa consultadas por este medio. "Evidentemente, no se puede garantizar que la energía que entra en el suministro del cliente provenga de origen renovable, ya que en la red eléctrica se mezcla la energía de todos los orígenes", aseguran desde Endesa en una respuesta calcada de la que dan a sus clientes en el portal sobre energías verdes. Una vez que una central, del tipo que sea, vuelca la electricidad a la red general, es imposible distinguir si un electrón procede de fuentes renovables o fósiles.
Entonces, ¿qué es lo vende Endesa? "Lo que se garantiza es que la misma cantidad de energía que ha consumido se genera mediante fuentes renovables y de cogeneración de alta eficiencia". Es decir, que toda aquella energía que Endesa dice que es verde se produce realmente -y se expenden certificados legales-, pero no tiene por qué llegar al destino prometido.
El consumo determina
Dicho de otro modo, lo que hace Endesa es producir una cantidad de energía verde equivalente a la que consume la ciudad de Córdoba -y el resto de municipios adheridos al programa-.
Amparo Pernichi explica que "las distribuidoras compran los bonos de energías renovables" que luego reservan para quien se adhiera al compromiso. Después la energía consumida por el Ayuntamiento de Córdoba, en este caso 148 gigavatios/año, "se descuenta de ese porcentaje".
José Larios, miembro de Equo y de la comisión de energía municipal, aclara que lo que se compra a Endesa es "un certificado verde que has pagado" -aunque al Ayuntamiento no le cuesta nada, ni a cualquier particular que lo desee-. "Los electrones no tienen ADN, es lo mismo el de una central nuclear que una hidroeléctrica". Entonces, ¿toda la energía que consume el Ayuntamiento está garantizado que es 100% ecológica, como asegura Pernichi? "Eso no lo puede hacer nadie, porque una cosa son los flujos físicos, y otra los económicos", sostiene Larios.
Pero la delegada de Medio Ambiente insiste en que toda la energía que llega al Ayuntamiento es 100% verde, "y lo voy a seguir diciendo porque es verdad". Y ello a pesar de reconocer que "la energía no es ni verde ni azul", argumento similar al expresado por el portavoz de Equo.
El objetivo real
Todas las partes, incluida Endesa, coinciden en destacar que el objetivo real de los certificados de energía verde es fomentar el empleo de las renovables. Conforme se vayan solicitando más certificados "verdes", se irá agotando el porcentaje reservado de las eléctricas -Endesa aún no ha llegado al tope, asegura la empresa-, que tendrán que producir más electricidad de fuentes renovables para atender las demandas.
"Este tipo de acuerdos se hacen para fomentar el empleo de las energías renovables, que son más caras en el mercado", dicen desde Endesa. Para Amparo Pernichi, "de este modo forzamos a las compañías a que tengan ese porcentaje" de renovables. Y según José Larios, "si cada vez mayores sectores sociales económicos van reclamando energía 100% verde, las renovables irán creciendo".
En realidad, sí existe un forma de garantizar que toda la energía que consume el Ayuntamiento de Córdoba, e incluso toda la ciudad, sea realmente 100 por cien verde: desconectarla de la red general y autoabastecerse, por ejemplo con paneles solares. Pero la inversión requerida para semejante actuación está fuera del alcance no sólo de Córdoba, sino de cualquier ciudad mediana, al menos a medio plazo. "A ver si algún día podemos llegar al autoconsumo, pero ése es otro tema", afirma la delegada de Medio Ambiente.
José Larios recuerda que, en ese sentido, existe una propuesta para convertir al Ayuntamiento en un gestor eléctrico que compre energía directamente, sin intermediarios, aunque haya que usar la red general para su transporte; y como objetivo final, incluso que se convierta en un productor de energía.
¿Qué es la energía verde?
Este tipo de energía la proveen plantas solares, eólicas, geotérmicas, hidráulicas y de biomasa (materia orgánica de origen vegetal y animal), sostienen desde Endesa. Y cualquier ciudadano particular o empresa puede solicitar adherirse al programa, en el que ya participan 700 municipios de toda España -ninguno de Córdoba, aparte de la capital-.
La empresa eléctrica produce cantidades limitadas de electricidad verde procedente de fuentes renovables y de cogeneración. En 2016 fueron 1.212 gigavatios/hora sobre un total de casi 70.000 producidos en todo el país, un 1,73 por ciento del total. Ahora bien, en esas cifras no se incluyen los datos de las centrales hidroeléctricas (7.173 Gwh) o de las centrales de ciclo combinado, que emplean gas y carbón (3.858 Gwh). El resto de las fuentes son el carbón (19.033 Gwh) y sobre todo la nuclear (25.921 Gwh). Además, Endesa aclara que como comercializadora también compra energía en el mercado, que a su vez procede en parte de fuentes renovables, sin aclarar cuánto.
Las cifras de producción de energía renovable en todo el país suponen el 29% de toda la electricidad, según Amparo Pernichi, un porcentaje que Larios incrementa hasta el 40%. En el caso concreto de Endesa, su plan estratégico no contempla alcanzar el 100% de producción eléctrica 'verde' hasta el año 2050.
