INVESTIGACIÓN Y CIENCIA

Investigadores cordobeses descubren que dos bacterias absorben antioxidantes

Naranjos--
photo_camera Plantación de naranjos en Córdoba.

Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) en el Centro Alameda del Obispo (Córdoba), en colaboración con la Universidad de Lleida y la Universidad estadounidense de California, han demostrado la capacidad de dos tipos de bacterias de transformar los antioxidantes presentes en el zumo de naranja.

Concretamente, los expertos cordobeses han concluido que las bacterias Bifidobacterium longum y Lactobacillus rhamnosus, presentes de forma natural en el tracto intestinal, transforman los antioxidantes del zumo de naranja, llamados flavanonas, en moléculas más sencillas. Estos compuestos son responsables de las propiedades beneficiosas para la salud de este jugo, según señala la Fundación Descubre en una nota.

Estos productos de transformación de los antioxidantes del zumo en el organismo se detallan en el artículo Catabolism of citrus flavanones by the probiotics Bifidobacterium longum and Lactobacillus rhamnosus, publicado por la revista European Journal of Nutrition.

Los autores del estudio han apuntado que resulta de "gran interés" para la industria alimentaria, ya que estos dos tipos de bacterias probióticas servirán para la creación de alimentos funcionales o productos farmacéuticos que persigan mejorar la absorción de los antioxidantes en el organismo y potenciar sus efectos protectores de la salud.

Existen investigaciones que demuestran los efectos positivos del consumo de naranjas o zumo de naranja sobre enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y cáncer, propiedades atribuidas fundamentalmente a su composición rica en antioxidantes.

Además, existen evidencias científicas que constatan el papel tan importante que juega la microflora intestinal en la absorción y asimilación de estos compuestos.

Por tanto, el conocimiento de qué bacterias están implicadas en la transformación, absorción y asimilación de los antioxidantes de la naranja es "de suma importancia", asegura la investigadora del IFAPA y autora del artículo, Gema Pereira Caro.

Mejorar la absorción

Basándose en un estudio anterior, se ha demostrado que la ingesta prolongada durante un mes de un gramo del probiótico microencapsulado (Bifidobacterium longum) mejora la absorción y la metabolización de los antioxidantes del zumo de naranja, y por tanto, sus propiedades beneficiosas en salud.

Una vez comprobado que los probióticos facilitan la absorción de las flavanonas, los expertos se han planteado conocer las causas bioquímicas del proceso llevando el experimento al laboratorio para analizar cómo actúan sobre los flavonoides estos dos tipos de bacterias concretas presentes en el colon.

"No está claro el mecanismo a través del cual esta bacteria probiótica influye en el aumento de la absorción, por eso se ha planteado el estudio 'in vitro' observando cómo ambos tipos de bacterias transforman o metabolizan los compuestos antioxidantes del zumo de naranja a otros compuestos más sencillos, dando respuesta a los resultados del estudio 'in vivo'", explica Pereira.

Ensayos de laboratorio

En los ensayos de laboratorio, han mantenido las bacterias probióticas en un medio de cultivo óptimo, sin oxígeno y a una temperatura estable de 37 grados centígrados durante 48 horas inoculados con las flavanonas procedentes del zumo de naranja (naringenina, hesperetina, narirutina y hesperedina).

Cada 12 horas se han obtenido muestras y se han identificado los productos de transformación de estos compuestos por acción de las bacterias, denominados catabolitos.

A través de estas pruebas, han descubierto que la actividad enzimática de las bacterias propicia la rotura de los enlaces químicos de las flavanonas. Concretamente, han determinado que los antioxidantes del zumo con estructura más simple son transformadas por la Bifidobacterium longum, mientras que la bacteria Lactobacillus rhamnosus modifica tanto los antioxidantes complejos como los simples.

Los resultados muestran, por ello, su potencial implicación en la transformación 'in vivo' de los antioxidantes de la naranja y al mismo tiempo se definen los compuestos que confieren a este alimento su capacidad saludable.

El proyecto forma parte de las investigaciones financiadas por el plan propio del Ifapa y fondos europeos y propone en un futuro próximo la creación de nuevos productos que incluyan probióticos orientados a mejorar la absorción intestinal y la biodisponibilidad de los compuestos fenólicos de los alimentos.