Los cordobeses aún no pueden disfrutar de este olor tan característico de la ciudad

El azahar “se hace de rogar” en Córdoba

Las bajas temperaturas de las últimas semanas, unidas a la ausencia de dias soleados en la capital cordobesa hace que el azahar “no termine de abrirse en Córdoba”. 

Capullos de azahar
photo_camera Capullos de azahar

Ya estamos casi a mediados de abril y en Córdoba todavía falta un ingrediente  fundamental para conseguir la explosión primaveral definitiva propia de este tiempo: el azahar. Efectivamente, los cordobeses este año no han podido disfrutar de la mezcla de esencias que regalaba esta flor del naranjo, unida al inconfundible aroma del incienso en Semana Santa. No será por falta de ganas, ya que si se pasea por cualquier calle de la ciudad se podrá observar cómo los naranjos están repletos de pequeños capullos de azahar que, por ahora, no llegan a abrir. 

Según algunos floristas expertos en la materia, el tiempo que está haciendo en Córdoba durante las últimas semanas “tampoco está siendo normal”. De hecho, las bajas temperaturas que llevan protagonizando el termómetro cordobés en estos meses de febrero y marzo “serían uno de los motivos principales por los que el azahar todavía no ha abierto”, explica Rafael Cuevas, experto en floristería. Por otro lado, “tampoco está habiendo días especialmente soleados y, claro, los rayos del sol son fundamentales para que esta flor alcance su máximo apogeo”, añaden. Además, el calor debe durar muchos días seguidos, “no vale de nada que haya un día caluroso para que esta flor pueda abrirse”. 

A pesar de todo esto, pronostican que en pocas semanas el azahar “explotará fuertemente” en Córdoba. Y es que las intensas precipitaciones también han favorecido al crecimiento de estos pequeños capullos que, en poco tiempo, regalarán a La ciudad uno de sus aromas más característicos. De hecho, los pocos días de sol intenso y calor que ha habido en la capital cordobesa sí que han beneficiado a algunos naranjos que ya están florecidos, aunque son los menos. 

Lo cierto es que la ausencia se nota en las calles de la ciudad y es “como si la primavera todavía no hubiese llegado”, explicaba un cordobés que paseaba este domingo por la calle San Francisco, que está repleta de naranjos. “El tiempo está cambiando y está afectando nuestras tradiciones, porque en Semana Santa, siempre ha sido característico el aroma a azahar”, se lamentaba otro viandante. 

Parece ser que el azahar, al igual que los cordobeses, no termina de acostumbrase a esta fría meteorología, que, por otro lado, en los próximos meses, los habitantes de esta ciudad, seguramente echarán de menos.