LUCHA CONTRA LA COVID-19

Abrigos, guantes y bufandas: La nueva normalidad otoñal de los escolares en sus aulas

Algunos centros optan por ventanas abiertas todo el tiempo y otros por ventilar cinco o diez minutos antes de cada clase

 

 

Una atípica vuelta al cole 2020
photo_camera Escolares cordobeses en su aula

La ventilación constante en las aulas durante la jornada escolar para mantener a raya a la Covid-19 se ha convertido en un elemento de importancia en estos días de otoño tanto para docentes como para familias y alumnado. De hecho, la inminente bajada de las temperaturas y las lluvias que están previstas para esta semana sitúan en el centro de la vida escolar la pregunta de cómo tendrán que acudir los alumnos y alumnas a las aulas para sobrellevar el frescor invernal. 

En esta situación tan atípica, sólo hay dos opciones: Abrir puertas y ventanas, lo que traerá consigo pasar algo de frío, o, por el contrario, no hacerlo y exponerse a la proliferación del temido virus. 

Pues la opción elegida de forma general parece que será la de pasar frío. De hecho, la normativa ha llegado por varias administraciones. Así, el Ministerio de Educación publicó el pasado 30 de julio 17 recomendaciones para ventilar los colegios y, después, cada comunidad autónoma las ha adaptado en sus protocolos educativos ante la Covid. Una vez con las normas en la mano, cada centro las está aplicando según su propio criterio y protocolo y dependiendo del tipo de edificio en el que se encuentren.

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De hecho, algunos de estos centros se encuentran en edificios muy antiguos con ventanas pequeñas y con poca ventilación. Una situación que no beneficia para nada a las necesidades de controlar el virus. No hay que olvidar que la ventilación, junto al uso de mascarillas y la distancia de seguridad, son los pilares principales en la lucha contra el Coronavirus. Por otro lado, en las clases de los más pequeños existe la imposibilidad de dejar puertas abiertas por el peligro que se escapen los pequeños y se den a la fuga. 

Por lo tanto, la ventilación se presume como un punto más que importante para evitar la propagación de la enfermedad. Sobre todo en un momento en el que se ha puesto sobre la mesa un intenso debate científico sobre la transmisión área del patógeno por aerosoles. Sea como sea, es recomendable seguir las medidas de ventilación en las aulas para prevenir este tipo de contagios producidos a base de gotas minúsculas.

A modo de ejemplo, fuentes del equipo directo del IES Trassierra ha comentado a este periódico que la opción del centro será "mantener ventilados los espacios con puertas y ventanas abiertas durante toda la jornada para permitir que las corrientes de aire se lleven toda la posibilidad de virus en las aulas".

De cualquier forma, el centro está valorando el uso también de filtros purificadores del aire "por si el invierno se pusiera más duro". Estos filtros permiten cerrar algo más ventanas, pero lo malo es que aún está por demostrar hasta dónde llega su eficacia. 

Alumnos del colegio La Salle de Córdoba

En otros centros, como el IES Maimónides, se plantea llevar a cabo estrictamente el protocolo Covid, abriendo cinco minutos antes y cinco minutos después de cada clase para conseguir que el aire se renueve constantemente. 

Eso mismo considera la delegada de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba, Inmaculada Troncoso, quien ha señalado que el documento de medidas de prevención, protección, vigilancia y promoción de la salud acerca de la Covid-19 recomienda la ventilación hasta diez minutos antes y después del uso de las aulas por diferentes alumnos cuando no sea posible mantener las ventanas abiertas constantemente. 

¿Soluciones? Habrá muchas en esta nueva situación en la que la creatividad y la imaginación está a la orden del día. En cualquier caso, la mayoría de los centros ya están advirtiendo a sus alumnos que este año acudan a clase mucho más abrigados o aumentar las horas de calefacción para conseguir que la temperatura sea más o menos aceptable. 

Por su parte, la opinión de los padres es muy dispar. Los hay que temen que los niños estén resfriados todo el año o que continuamente se confundan los síntomas de gripes con Covid-19. Ése el caso, de Toñi Martín, que opina que "mi hijo ya se pasa todo el invierno con mocos o fiebre, porque es muy sensible, así que ahora con todas las ventanas abiertas, puede ser más peligroso esto que el propio virus". Por contra, otros como Antonio Redondo, "es mejor esto que dejar que el virus se propague por los centros libremente". 

Para Paco Mora, presidente de FAPA-Ágora, "hay que continuar con el sentido común para que el desarrollo de las clases en las aulas siga con la misma normalidad como hasta ahora", a lo que ha añadido que habrá que buscar soluciones imaginativas para combatir las inclemencias del tiempo, porque está comprobado que lo mejor dentro del aula es la ventilación. 

Sea como sea, en palabras de la delegada de Educación, los protocolos de los centros escolares se están revisando periodicamente y se van adaptando a la propia evolución de la pandemia.