Aunque en un principio todo hacía presagiar que fueron las altas temperaturas las que hicieron saltar el pavimento del Puente Romano, una semana después se ha demostrado que en parte, sí es cierto que el calor tuviese que ver con el levantamiento de la solería pero combinado con otro elemento: el agua. Y es que la tromba caída durante la tarde del pasado viernes hizo que el agua se depositara bajo el pavimento del Puente que en combinación de las altas temperaturas del sábado, creó un efecto de "olla a presión" que hizo saltar la solería.
El delegado de Presidencia del Ayuntamiento de Córdoba, Emilio Aumente, ha informado este viernes que este hecho fue debido a " la tormenta caída la noche de antes en la que cayeron 15 litros por metro cuadrado de manera que el agua se depositó debajo de la losa y al día siguiente con los 43 grados, el agua se recalento y eso fue lo que provocó el levantamiento de la losa".