¿Qué espera del co-gobierno municipal de PSOE e IU en relación con el movimiento ciudadano?
Principalmente, nosotros esperamos que se tiendan puentes en la ciudad con el nuevo Gobierno municipal, donde los ciudadanos organizados en torno a colectivos, y aquéllos que de forma individual quieran participar y quieran construir, tanto desde los barrios como desde los distritos de la ciudad, puedan y tengan la oportunidad de hacerlo con el Ayuntamiento de Córdoba y también con la Junta de Andalucía, que es otra de las instituciones a las que constantemente le estamos pidiendo participación.
Ustedes se quejan de que la participación ciudadana se ha visto muy perjudicada con el anterior Gobierno municipal. ¿Qué le piden a la actual Corporación?
Creemos que en esta etapa recién abierta el Reglamento de Participación Ciudadana debe de actualizarse. El último se aprobó en el año 2007, y entendemos que los nuevos modelos y las nuevas organizaciones que llegan a la ciudad deben recogerse en este nuevo reglamento. Tanto los consejos de distrito como las juntas municipales tienen que recibir un impulso por parte del Gobierno local actual, con el fin de hacerlos más visibles ante los ciudadanos. De esa forma, la ciudadanía los podrá ver como algo atractivo donde poder participar y poder elevar sus trabajos, sus quejas, sus preocupaciones y sus aportaciones. En definitiva, hay que seguir construyendo y mejorando la calidad de vida en los barrios y, por extensión, en la ciudad.
En definitiva, hay que seguir construyendo y mejorando la calidad de vida en los barrios y, por extensión, en la ciudad
![Publicidad 74294]()
¿Cuáles son los mecanismos más urgentes que habría que poner en marcha desde ya mismo en la ciudad o que se tengan que activar en estos primeros meses?
Lo primero de todo es poner en marcha un plan de emergencia, que es lo que se está demandando en toda la ciudad. Desde hace cuatro años llevamos reivindicando que hay que rescatar al ciudadano de una situación muy difícil y delicada. Hay muchas personas que lo han perdido todo: la vivienda, el trabajo, sus bienes esenciales… Hay que volver a recuperar a esta gente, hay que presentar un programa coordinado con el resto de administraciones públicas, en el que el Consistorio ejerza su papel de coordinador junto con la Administración autonómica y a la Administración central. La idea sería poner en marcha un plan de actuación inmediata en el que conozcamos cuántas personas están pasando por esta situación para intentar incorporarlos de nuevo a sus barrios.
Ese plan de de rescate a la ciudadanía ya se ha presentado por parte del gobierno local. ¿Qué opinión le merece? ¿Es suficiente?
Sí, se presentó hace diez o doce días y lo hemos remitido ya a todos los consejos de distrito. El documento se encuentra en plena fase de recibir aportaciones, y ya hay una comisión creada dentro de la junta directiva de la Federación que está encargándose de resolver, organizar, cambiar, ordenar las ideas, pero también nos han llegado ya noticias de apoyo íntegro al documento por parte de asociaciones señeras en Córdoba como Santuario, Valdeolleros y prácticamente todo el Distrito Sur con todos sus colectivos vecinales. Lo que ahora falta para pasar de la poesía a la prosa son esas propuestas de gestión, que son las que estamos ahora mismo haciéndole hincapié a las asociaciones dando ese documento que valoran como positivo para poder encajar y priorizar parte de él en los presupuestos municipales y que se refleje en partidas concretas. Hay que trasladar la práctica de cómo intervenimos en ese documento y qué es los que consideramos prioritario.
¿Se pueden adelantar ya algunas de esas propuestas presentadas por los consejos de distrito al plan?
Entre las propuestas que nos han llegado, y que no están en absoluto cerradas, estamos viendo que lo que se pide realmente es concreción para saber cómo llevar a cabo el plan y qué es lo prioritario. Hay, de hecho, dos cosas que nos proponen: una empresa suministradora privada, que tiene su complejidad y su negociación y la otra, que sería más fácil, sería hacer un bien público del agua a través de la empresa municipal, Emacsa. Prácticamente hay unanimidad para crear una especie de bono que garantice un mínimo sobre un determinado consumo a las poblaciones. Y también eliminar esa doble penalización que era cortar el agua y después cuando iban a engancharla le volvían a cobrar otra vez. Queremos, por tanto, que se reforme esa ordenanza fiscal en ese sentido. En cuanto a vivienda, que se recoge como un elemento esencial, queremos hacer aportaciones que se están elaborando para pasarlas a la Oficina de Vivienda a través de los servicios sociales municipales, con la idea de empezar a ver en qué punto se encuentra. Porque están saliendo sentencias importantes en cuanto a las ventas de viviendas que se han producido en paquetes a determinadas inmobiliarias que están ejecutando las viviendas y hay problemas con ello. Tenemos ahora mismo una comisión creada junto a algunas organizaciones, como Stop Desahucios, para presentar denuncias en torno a esa venta fraudulenta de viviendas que están realizando ahora mismo las inmobiliarias y las entidades bancarias.
Ha comentado que hay que poner en marcha un plan de actuación para rescatar a las familias y a las personas y reincorporarlas en su barrio. ¿Cómo se hace eso?
Para ello, hay que activar los servicios sociales públicos, localizar a las familias que se encuentran en esa situación y llevar a cabo el rescate ciudadano. Hasta ahora se ha actuado desde la línea de la caridad, que creemos que es inadecuada, porque este trabajo hay que hacerlo desde los recursos de las administraciones, planteando una nueva política de solidaridad, que es la única manera de sacar a estos ciudadanos de la situación extrema en la que están muchas familias.
Pero las arcas municipales están muy mermadas tras años de crisis. ¿Está la economía del Consistorio preparada para afrontar este trabajo?
Efectivamente, la crisis ha traído consigo una inestabilidad en los presupuestos municipales importante. Por eso, es vital la coordinación de todas las administraciones. Además, las organizaciones vecinales, sindicales y empresariales, así como el pequeño y mediano comercio, hemos puesto en la mesa del Parlamento de Andalucía la propuesta de la renta básica. Esa renta debe garantizar la dignidad de las personas para evitar que sea la caridad la que, a la postre, alimente a las familias. A las personas hay que recuperarlas desde la dignidad y desde los propios recursos de la Administración para evitar la exclusión social que están viviendo muchos cordobeses y andaluces.
Tras el rescate, lo fundamental es recuperar el empleo, ¿cuál es el camino que, en su opinión, se tendría que seguir?
En el decálogo que firmamos para las elecciones municipales con los partidos políticos había un punto que incidía, precisamente, en intervenir desde la Administración local en las competencias que tuviera en materia de empleo. Prácticamente, hemos pasado cuatro años en los que el pacto por el empleo desapareció, donde los agentes sociales, económicos y ciudadanos no hemos podido participar y buscar soluciones ni trasladarlas posteriormente a las administraciones que realmente tengan competencias. Desde la ciudad entendemos que también se pueden hacer cosas. Ahora se han creado en el Ayuntamiento tres grupos de trabajo que cuentan con los agentes sociales: en uno se van a establecer qué prioridades de inversiones y qué proyectos estratégicos debe cerrar la ciudad; otro grupo tratará de seguir avanzando en la economía consolidada y en proyectos que funcionan en la ciudad y el otro es sobre la nueva economía. El Consejo del Movimiento Ciudadano va a estar en esos tres grupos para aportar ideas y buscar nuevos yacimientos de empleo y nuevas fórmulas que generen oportunidades en la ciudad.
Al margen de las situaciones de emergencia a las que hay que dar solución, ¿cuáles son los retos principales de la ciudad en los próximos años?
Creemos que desde la ciudad se deben ir cerrando los proyectos estratégicos que tiene en marcha Córdoba, con la intervención de otras administraciones además del Consistorio. En materia de infraestructuras, está el Aeropuerto, cuyo uso es prácticamente nulo. Hay que definir un plan de usos para esa infraestructura que nosotros creemos que es necesaria y generadora de empleo en la ciudad. De hecho, desde 2010 no se ha hecho nada al respecto. Otro tema importante es el Centro de Transportes y Mercancías de El Higuerón, al que sólo le falta para poder darle utilidad un tramo de carretera de no más de tres kilómetros que comunica el puente de Ibn Firnas con la N-431, pero que permitiría la llegada del transporte a esa zona para seguir potenciando y seguir trabajando en esa línea. Y es que no hay que olvidar que la situación geográfica que tiene Córdoba en Andalucía, tanto para comunicaciones con el norte como con el centro del país, es excelente, y hay que seguir explotándolo, porque supone otro nicho importante de empleo.
También existe un nicho importante de empleo en el turismo de congresos
Desde el punto de vista turístico, ¿qué camino se debería andar?
Sin duda, uno muy abandonado y que tiene un gran potencial ambiental y turístico es la Sierra de Córdoba. De hecho, vivimos prácticamente de espaldas a nuestra sierra, a pesar de la gran riqueza que posee. Cualquier ciudad con menos posibilidades tiene proyectos de visitas, de caminos, de paseos en bicicleta y un sinfín de actividades turísticas. Y eso está en Córdoba sin pulir; es como una joya en bruto que no termina de adquirir forma. Asimismo, también existe un nicho importante en el turismo de congresos. Tanto en el Palacio de Congresos de la calle Torrijos como el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) del Parque Joyero, al margen de que éste se quiera ejecutar sin haber contado con el consenso de todos, cabría organizar ferias o encuentros de empresas que bien podrían servir para potenciar el tejido productivo y el intercambio con otras realidades económicas de la comunidad o del Estado.
