Alberto Mayoral tiene 31 años y es desde hace cuatro el coordinador provincial del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en Córdoba. Estudió Derecho en la Universidad de Córdoba (UCO) y se especializó en Oratoria y Retórica, ganando el campeonato nacional de esta modalidad en el año 2007. Desde entonces, colabora como profesor en el Aula de Debate de la Universidad, labor que compagina con su cargo como responsable de los jóvenes cordobeses. Muy volcado con las políticas migratorias, completó su formación como especialista en mediación para la inmigración, siendo años después coordinador de este área en la Delegación del Gobierno de Córdoba. Crítico consigo mismo y con la labor que se realiza desde el IAJ, explica a Córdoba Hoy las luces y las sombras de sus cuatro años al frente del Instituto.
Faltan dos meses para que finalice el año. ¿Qué balance hace de este 2016 en el IAJ?
Es un balance positivo, pero que yo lo diga no tiene mucho mérito. Tenemos que analizar este 2016 como un año en el que hemos conseguido objetivos y también hemos consolidado muchos proyectos. En el caso del empleo, el IAJ tenía un gran déficit, y este año hemos conseguido consolidar el Innovactiva 6000, que consiste en 6.000 euros a fondo perdido para gente que quiere montar su empresa. En estos dos años se han apoyado a más de 100 empresas y se han creado más de 300 puestos de trabajo, que no es mucho, porque habiendo un solo joven parado no estaremos haciendo bien todo lo que tenemos que hacer. Pero sí es verdad que estamos dando una salida diferente a la hora de montar tu negocio y este año lo hemos vuelto a poner en marcha con un presupuesto de 1,7 millones de euros. Yo sé que no es mucho, que hacen falta más recursos, pero también creo que es un programa pionero a la hora de entender el autoempleo. Este año, además, estamos financiando al joven autónomo, y también a los jóvenes de formación profesional.
¿Cuántas solicitudes se han recibido este año?
Hemos recibido 103 y daremos a conocer el nombre de las empresas seleccionadas en el plazo de 15 días. Esto demuestra la gran cultura emprendedora que hay en Córdoba y cómo ha cambiado en los últimos años. Te voy a poner dos ejemplos, la mayor plantación de stevia de España la tenemos en Córdoba, en Algallarín, gracias a Innovactiva y están vendiendo a Carrefour Francia el cien por cien de su producción. Otro ejemplo sería E-taxi, su plataforma y software digital, todo lo que tiene que ver con poder gestionar 10.000 taxis a la vez lo hacen gracias a Innovactiva. Son dos proyectos de jóvenes emprendedores a los que en su día se les concedió una subvención de 6.000 euros y han conseguido generar trabajo.
La mayor plantación de stevia de España la tenemos en Córdoba, en Algallarín, gracias a Innovactiva y están vendiendo a Carrefour Francia el cien por cien de su producción
¿Algún proyecto que reseñar de esta presente edición?
Voy a destacar uno en concreto que nos ha llamado la atención, y es de unos chicos de Córdoba que han patentado un regulador de temperatura en los termos para que se gaste menos agua y se regule el consumo energético. Son pequeñas cosas cotidianas que pueden cambiar la vida. También hay iniciativas de ámbito internacional para la importación de productos ibéricos del Valle de Los Pedroches.
Hemos hablado del empleo, pero el otro principal problema de los jóvenes sigue siendo el acceso a la vivienda. ¿Cómo interviene el IAJ ante esta problemática?
El gran problema del empleo del que hablábamos antes acarrea la posibilidad de la emancipación. Desde el IAJ tenemos abierto el portal Radar Emancipación, para centralizar todas las ayudas de la Junta de Andalucía en materia de vivienda. Además, estamos trabajando para intentar hacer dentro del Instituto Andaluz de la Juventud de Córdoba un Centro Integral. Y es que el IAJ de Córdoba tiene una peculiaridad: Somos los únicos que tenemos un Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial y tenemos técnicos de apoyo al empleo, aquí en la casa, así que la idea es poder vincular también con técnicos de vivienda para poder hacer un Centro Integral de Emancipación aquí dentro del IAJ. De esta forma, el joven que venga a hacer un currículum, a pedir entrevistas de trabajo o a preguntar por ayudas de vivienda, dentro del IAJ lo podrá hacer.
Una de las grandes patas del IAJ es la organización del Festival de Creación Joven Eutopía. ¿Cuál es la valoración de este año?
Primeramente hay que decir que Eutopía ha sido un ejercicio de resistencia cultural y yo creo que se ha transformado en algo que debería haber sido desde primera hora. Eutopía en el año 2006 era grandes conciertos de Andrés Calamaro o Iván Ferreiro, donde la inauguración la hacía la Fura dels Baus, y digamos que era otro tiempo. Eutopía ha ido mutando y yo creo que este año es un claro ejemplo de eso.
Eutopía ha sido un ejercicio de resistencia cultural y yo creo que se ha transformado en algo que debería haber sido desde primera hora
¿Y cuál ha sido su papel?
Cuando en 2012 me hice cargo de Eutopía por primera vez, me senté con los creadores culturales, de los que hay muchos proyectos que la gente desconoce, y les pregunté "¿qué tal es Eutopía?, y me dijeron, "no tenemos ni idea". Eso era un problema. No estoy haciendo una crítica a la anterior, pero sí es verdad que Eutopía es el Festival de Creación Joven, no son conciertos en La Axerquía. Es un escaparate para estos creadores, y son ellos mismos los que me dan la clave para lo que a día de hoy es Eutopía, con sus luces y sus sombras. El consejo que ellos me dijeron fue que hasta que los que hacen cultura en la ciudad no sientan Eutopía como algo suyo, y precisamente la Fura Dels Baul no son de Cañero (risas), va a ser muy difícil que Eutopía, más allá de lo que son los grandes espectáculos que a todos nos gustan, enganche. Creo que todo esto hay que contarlo, porque cuanto uno presenta Eutopía, entre focos y páginas de periódico, está presentando una edición más, pero Eutopía no la hace ni el Instituto de la Juventud ni el Ayuntamiento ni la Diputación; Eutopía la hacen los creadores de la ciudad y si sigue latiendo es porque la gente que hace cultura sigue defendiéndola y porque tomaron la decisión de hacer de ella algo más allá de Córdoba 2016 o algo más allá de la Junta, Diputación o Ayuntamiento.
Pero ¿cuál ha sido el balance?
Más allá de los números hay que decir que este año hemos llenado el barrio de la Puerta de Almodóvar de fotografías con los vecinos del barrio, hemos conseguido que la gente no sólo vea MasterChef, sino que haya ciento y pico de inscripciones para quince plazas de un curso de dos horas para poder disfrutar de gastronomía en el Mercado Victoria. Mi balance es que ya no importa que llueva en el concierto grande, porque todo está lleno en el conjunto de la ciudad. Yo me quedo con algo: Mario Díaz inauguró Eutopía en el Teatro Góngora, que estaba a reventar. A Mario, que ya está bastante mas consolidado desde Los Adslánticos, se le cayó una lágrima porque dijo que era la primera oportunidad que tenía de actuar en Eutopía.
Me dijeron que hasta que los que hacen cultura en la ciudad no sientan Eutopía como algo suyo va a ser muy difícil que enganche, más allá de lo que son los grandes espectáculos que a todos nos gustan
Esto demuestra que seguimos teniendo el empeño de apostar por cantantes, actores, o escritores de fuera en vez de gente de Córdoba ¿no?
Eso es. Es que Fuel Fandango es de Córdoba porque Cristina es de aquí, y llenó La Axerquía con 5.000 personas pegando saltos en Eutopía. En Córdoba tenemos muy buenos creadores culturales, Eutopía tiene un carácter internacional, pero al final la defensa de la resistencia cultural la están haciendo los creadores de aquí.
¿Qué puede adelantar de la próxima edición?
Pues de momento no lo sé. Creo que son los creadores los que tienen que decidir como será Eutopía 2017. En enero tendremos la primera asamblea de creadores, porque además estamos creando sinergias. Este año por ejemplo han participado los ateneos, que es algo como muy antiguo y, sin embargo, han venido los jóvenes ateneístas de Sevilla y Málaga que han hecho reivindicación feminista en Las Tendillas y fue increíble cómo denunciaron a la mujer objeto.
Este año también el IAJ ha estado muy presente con el colectivo LGTB. ¿De qué manera se trabaja con ellos?
Son varios los frentes con los que estamos trabajando con este colectivo. Estamos dando atención psicológica a jóvenes con problemas en sus casas, en su entorno, tanto en bulling como de homofobia, y para ello trabajamos con la Fundación Triángulo. Hacemos pruebas de sida por saliva, hemos puesto en marcha protocolos de educación sexual en institutos y donde tenemos que seguir avanzando es en ese ámbito, en el del respeto. Este año es la primera vez que nos ha pedido el colectivo LGTB nuestra colaboración, y ahí estamos siempre que nos lo pidan, porque el IAJ está a favor de la defensa de los derechos humanos y de la libertad de orientación sexual, porque cada uno es libre de sentir y de amar como quiera.
¿Desde cuándo llevan trabajando en el campo de la educación sexual en institutos?
Desde hace dos temporadas, pero este año con una intensidad más fuerte en colaboración con la Cruz Roja. Hemos puesto una carpa itinerante en veinticinco municipios de Córdoba, en sus ferias donde la actividad es más relevante, y también una carpa nocturna en Rabanales. Y quiero agradecer a los chicos de Cruz Roja, porque son jóvenes que se van en su tiempo libre a explicar a otros que están de feria que no tiren por la borda su vida en una noche, con enfermedades de transmisión sexual o con embarazos no deseados.
¿Aumenta el número de casos de jóvenes que se interesan por este tipo de información?
Pues lo que hemos notado precisamente es que el joven cada vez da menos importancia a cuestiones como el preservativo o al campo de látex. Además, hemos visto cómo sigue habiendo una mentalidad machista en el tema de la educación sexual, y que una chica que compre o pida preservativos es motivo de burla. Otro de los temas que nos preocupa es el del ciberacoso y este año hemos visto uno muy bestia en un municipio de Córdoba en el que una chica empapeló un instituto entero insultando a una amiga, llamándola de todo. Esa chica ha tenido que cambiarse de instituto.
Hemos visto cómo sigue habiendo una mentalidad machista en el tema de la educación sexual, y que una chica que compre o pida preservativos es motivo de burla
¿Cómo han influido las nuevas tecnologías y, en especial, las redes sociales en estos casos?
Absolutamente. Ayer mismo en mi Twitter puse el teléfono de atención al acoso que es gratuito, el 900 018 018 y pido a cualquier joven que nos llame y nos cuente su caso. Hay que tener veinte ojos con lo que está pasando en las aulas, porque es que hemos pasado de la broma a la difusión de la intimidad de los que un día son pareja y al día siguiente no lo son; hemos pasado a la extorsión, a la acusación y al señalamiento sobre cuestiones que tenemos que demostrar que no hemos hecho. Y es un círculo vicioso que tenemos que parar. Cuando voy a los institutos y hablo con los jóvenes me cuentan algunas chicas que sus novios no las dejan salir de casa, que les controlan lo que se ponen e incluso las amenazan con publicar fotos íntimas. Esto me parece una extorsión y tenemos un problema social con las redes sociales si no paramos esto.
¿Cree que Córdoba sigue siendo una provincia homófoba?
Creo que no es una provincia homófoba y que los jóvenes no son homófobos. Ha habido un salto desde el año 2006 con la aprobación del matrimonio homosexual y eso ha significado mucho, ha sido un cambio muy importante. Y creo que si alguien opina o mira mal por la calle es porque se muere de envidia, y el que lo juzgue que se mire en el espejo antes de opinar sobre la vida de nadie. Y creo que mi obligación es hacer militancia por la libertad, y al igual que si hay una agresión machista y todos nos volveríamos, con la cuestión de la homofobia hay que hacer lo mismo, hay que volverse y preguntar al que mire mal cuando vea a una pareja de gays o lesbianas por la calle, ¿perdone le importa mucho?
Hay que desvincular las políticas de juventud al ocio y enfocarlas al empleo, vivienda, educación en valores a la oportunidad de entender que el joven tiene demandas múltiples y variadas
¿Objetivos para el 2017 del IAJ?
Tenemos cuestiones por abordar. Hay que intentar que los corresponsales juveniles sean un referente. Hay que tender mucho a la municipalidad. Hay que desvincular las políticas de juventud al ocio y enfocarlas a todo esto de lo que he estado hablando: Al empleo, vivienda, educación en valores, a la oportunidad de entender que el joven tiene demandas múltiples y variadas y que las políticas de juventud no se pueden hacer a base de conciertos. Las políticas de juventud son mucho más. Los jóvenes representamos el 35% de la población, que no somos cifras frías, que no todos somos iguales. Hay que avanzar en eso, que las políticas de juventud tienen el mismo carácter de importancia que las demás políticas, porque son transversales, y porque al joven le interesa su empleo, su vivienda, pero también le interesa el futuro, le interesa cómo amar y que no lo señalen, le interesa lo que pasa en su instituto y en su universidad. Tenemos el reto de generar empleo en la provincia de Córdoba, y todo lo que no fuera eso, sería conformista y creo que no nos podemos conformar.
