Macarena Gómez es un auténtico torbellino, en persona, pensamiento y palabra. De hecho, si las palabras ocuparan espacio habrían llenado su casa en unos minutos obligando al desalojo de sus habitantes. Ella misma lo reconoce, y cuando ve que se prolonga mucho su respuesta se detiene y dice a modo de colofón: "En fin, que estoy muy contenta".
Es hipernatural, tanto como el tipo de comedia de su última película 'Amor en polvo', y en cualquier momento pide disculpas para interrumpir.
Su cabeza no descansa, ni tampoco su trabajo, que tras los duros días iniciales de desconfinamiento por la falta de costumbre, ha recuperado su ritmo. La cordobesa asegura haberse sentido dentro de una distopía del fin del mundo, aunque le sirve también para no tener que estar todo el tiempo disculpándose por su falta de efusividad. "No soy ni fui nunca besucona, así que en el rodaje todos me dicen que estoy en mi salsa", dice, pero se emociona cuando recuerda la vez que pudo bajar a Córdoba para ver a sus padres sin poder abrazarlos.
Ahora ha querido ser valiente y lanzar su película en julio, porque alguien tiene que ser arriesgado y hacer que el cine recupere el pulso. Sólo espera que el público responda, porque recuerda que una sala de cine es ahora de lo más segura.
Estrena película, 'Amor en polvo'... Un momento un pelín complicado para estrenar, cuando, además, es usted la productora.
Bueno, yo soy productora asociada, es decir, yo no entré en la pre-producción de la peli, ni ayudé a buscar financiación, por lo que no soy productora propiamente dicha. Yo entré en la película cuando estaba terminada, vi el resultado y me gustó. Me hice amiga de los directores, vi que no tenían una televisión potente detrás, en plan Antena 3 o Tele 5, que pueden entrar a promocionarla. Por tanto, no había una distribuidora fuerte ni una plataforma detrás, y me daba mucha pena, porque hoy en día como no tengas una plataforma fuerte o un grupo mediático como Atresmedia o Mediaset en plan padrino cuesta mucho que las películas se estrenen en salas de cine. Hay muchas que se quedan en el cajón. Y yo me dije: 'no quiero que esta película se quede en el cajón', porque parte del presupuesto lo puso el director de su bolsillo, que es el productor, y yo quiero ayudar a que esta película se vea, se distribuya, llegue al público, y ahí es donde yo entré en el proyecto. Y es la labor que estoy haciendo. Además, me gusta mucho, y estoy aprendiendo bastante.
Bien. ¿Y por qué la estrenan ahora y no más adelante cuando todo se relaje un poco? Es un tanto arriesgado.
Porque a saber qué va a pasar con nosotros,. A lo mejor vuelve a haber un rebrote de Coronavirus y tenemos que volver a confinarnos y hay tal incertidumbre que en realidad no sabemos que si no apostamos por estrenarla en verano nos estamos arriesgando. Y también porque es una forma de hacer que la gente vaya al cine, porque si no es así va a ser todo un fracaso para todos los exhibidores del cine. Y porque, gracias a Dios, a las plataformas les puede ir muy bien. Fíjate la de gente que se ha apuntado a Neflix o cualquiera de ellas. Pero para los exhibidos de cines puede llegar a ser la ruina. Por eso vamos a atrevernos a estrenarla ahora en julio. Vamos a animar a la gente que vaya al cine.
Es una decisión de valientes, entonces.
Sí, pero tampoco sabemos lo que podría pasar en septiembre o en octubre de nosotros.
Además, ahora mismo hay muy pocas películas que estrenar tras el confinamiento...
No hay películas. Por ejemplo, la película de Santiago Segura de 'Padre no hay más que dos' se ha estrenado ya y no sé cómo está yendo. Santiago, que con la anterior tuvo un éxito rotundo, sabe que si ésta la estrena en la época propicia va a tener el mismo éxito. Sin embargo, él se ha querido arriesgar, porque ha pensado que alguien tendrá que abrir la veda y empezar a exhibir películas en el cine. Si no, nadie lo va a hacer y ha apostado por querer ayudar al cine español.
Hábleme un poco de 'Amor en polvo'.
'Amor en polvo' en el fondo es una comedia romántica. Es decir, su definición de que es un intercambio de parejas es una premisa. De hecho, la obra no va de intercambio de parejas, sino de amor y relaciones de pareja. El intercambio es el punto de partida de la historia. Se trata de un género que aquí se hace muy poco, y por eso quise apoyarla, que se conoce como Munblecore. Es un género de cine de comedia independiente donde la comedia es muy naturalista y priman más los diálogos y las interpretaciones que la historia en sí. Para responderte, es una película basada en cuatro personajes que estamos continuamente dialogando y en un tono muy naturalista y a mí me apetecía mucho probar este género y hacer algo así, porque nunca lo había hecho. La gente me conoce o haciendo thriller y terror o en una comedia cero naturalista.
¿Está satisfecha con el resultado de esta experiencia?
La experiencia me ha gustado. Me ha gustado el resultado y muchos periodistas me han dicho que doy muy bien en un tono y registro totalmente nuevo. Los directores me hicieron ensayar tanto que yo no podía más. Estuvo a la altura de una obra de teatro. Es que a mí al actuar me gusta mucho absorber la energía que hay a mi alrededor. Cuando rodé 'Musarañas' el hecho de estar cuatro semanas encerrada en la misma casa y muerta de frío eso hizo que fuera construyendo mi personaje; a nivel físico el frío que pasé lo aproveché para componer el personaje y eso es lo que me gusta. Al contrario, no me gusta ensayar en una sala totalmente vacía y luego hacer la escena y tener otras sensaciones distintas. Yo estaba que no podía más y al final nos vino bien, porque al final tuvimos seis días para rodar todas mis escenas y me gustó mucho el resultado.
¿Cómo es Mía, la protagonista que interpreta?
Mía es un chica que va muy de liberal, que no cree en el amor que dure para siempre. Pero la realidad es que tiene un escudo, porque ha sufrido mucho con relaciones anteriores y se pone a la defensiva y ahora lo que quiere es sólo pensar en el sexo sin amor, aunque es una defensa que ella misma se pone ya que ha sufrido mucho y... No puedo contarte más.
Hace unos años montó su productora. ¿Con qué idea lo hizo?
Desde hace años muchos años me llegaban guiones de amigos y no amigos y a mí me gusta mucho leer guiones. Me llegaban muchos de cortos y largos pelis y al final no son remunerados. Entonces pensé que en el fondo a mí no me están pagando por hacer esto, pero estoy capitalizando mi sueldo, es decir debería ser parte de la producción e incluso a veces me he dado cuenta que hacía cortos, veía que estaban mal de pasta e iba poniendo dinero yo de mi bolsillo. La realidad de eso es que veía que estaba produciendo. Ya un día me lo tomé en serio y pensé en ola producción. La gota que colmo el vaso vino de un buen amigo, que me ofreció el primer corto hará 20 años y que sin conocerme de nada me llamó. A raíz de ese corto he tenido muchas satisfacciones profesionales, porque lo vio una directora que me contrató para una peli y ésta, a la vez, la vio un director que me contrató para una serie. En definitiva, le estoy muy agradecida por aquello, es amigo y me parece un guionista excepcional. Lleva años escribiendo guiones para mí y ya un día me planté y le dije pues yo te ayudo a levantar algunos de estos guiones y hacer una peli. En realidad si creé la productora fue para levantar una peli de algún amigo.
¿Y qué tipo de proyectos hacen con la productora?
Lo que hacemos es apoyar a gente joven y directores noveles y sobre todo que cuenten historias transgresoras en el aspecto de películas poco comunes. Yo soy una romántica en este tema y es por ejemplo la línea que hacen Alex de la Iglesia y Carolina Bans con el cine. Álex tiene su propia productora y puede hacer de productor y director con Telecinco detrás y realiza grandes películas de directores noveles e historias más transgresoras. Él ha producido a Eduardo Casanova en 'Pieles' y yo quiero ser una productora que se arriesgue con proyectos y no que produzcan proyectos que ya saben que van a funcionar porque eso se sabe.
La gente ha quedado un poco tocada por la Covid-19 y flotamos en un equilibrio entre que queremos seguir una vida normal, pero nos lo impide un poco la responsabilidad. ¿Qué papel puede interpretar el cine en todo esto?
Entiendo que la gente tenga miedo. Yo creo que puede dar más miedo estar en una terraza con tus amigos sin mascarillas y con un desconocido en la mesa de al lado sin mascarilla. Por eso, creo que el cine puede llegar a ser como estar en una zona menos peligrosa. Y ¿qué tiene el cine para ayudar en este momento? El cine siempre ha sido como una forma de escape y si un día estoy triste pues voy al cine para poder evadirme de la realidad y por eso la gente ha consumido tanto cine, aunque sea en plataformas, durante el confinamiento.
Precisamente, ¿cree que la Covid-19 puede ser el punto que haga que le ganen la partida las plataformas al cine en pantalla grande?
Ya lo dijo Álex de la Iglesia hace muchos años cuando era académico, y por eso tuvo que dejar la Academia del Cine y es que la gente demanda ver cine en casa y todo el mundo se le echó encima y realmente la gente lo demanda. La gente, incluso, sin el Coronavirus, cada vez demanda más consumir cine desde casa antes que en una sala de cine.
Personalmente, ¿cómo ha llevado tu el confinamiento?
Yo, afortunadamente, tengo una casa en el campo en Girona y estaba allí cuando se decretó el estado de alarma, con lo cual he tenido mucha suerte, porque he vivido en el campo rodeada de animales en la naturaleza y no he sentido estar encerrada entre cuatro paredes. En ese sentido, he sido una gran afortunada. Lo que sí es cierto es que yo las primeras semanas lo pase emocionalmente bastante mal, porque para mí era tan increíble lo que estaba viviendo. Me acordaba de que la realidad supera a la ficción y eso era lo que sentía. Era como vivir en un mundo distópico y no podía asimilar lo que estaba sucediendo. He vivido con mucha incertidumbre, qué va a ser de mí, qué va a ser del trabajo, porque para ciertos sectores profesionales o empresarios, que yo también soy empresaria, era como ¡Dios mío, qué va a ser de nosotros! Ese vértigo, ese miedo de que no vas a saber qué va a ser de ti al día siguiente me afectó bastante. Luego, cuando se retomó la serie, me llamaron y fue una gran liberación, y cuando me dijeron que tenía que ir a Madrid a grabar lo pasé muy mal, porque de estar recluida en el campo, que es como vivir en una realidad paralela, a una ciudad donde había visto las calles desiertas que yo no lo viví, para mí supuso tener que enfrentarme a la cruda realidad. Era muy duro y no quería. El primer día que llegué a Madrid en el AVE había personas con medidas de seguridad, en la serie era lo mismo, con todo el equipo técnico con mascarilla... Ese primer día fue un poco en estado de shock, y cuando se acercaba algún técnico a mí yo le decía que no te acerques. Estaba muy nerviosa.
El día que salí del campo y tuve que ir a Girona a hacerme las pruebas antes de empezar la serie yo iba por la autopista llorando. Estaba vacío ni un alma ni un camión y controles policiales para salir. Estaba muy nerviosa sin creerme lo que estaba viviendo. Mi coche era el único en la autopista y yo estaba sola como si fuera el fin del mundo. Pero luego en mi entorno no ha habido víctimas. Lo único duro fue mi hermana, que es médico en La Paz y ha tenido muchas guardias, al pie del cañón y me iba poniendo al día. Yo venía a Madrid y le decía "no te voy a ver, Carmencita".
¿Cómo se está adaptando a la nueva normalidad?
Yo ya me he adaptado y fueron quizá los primeros días cuando llegué a Madrid, que me parecía en la serie todo muy raro. Pero ya me he acostumbrado a ir con mascarilla por la calle, a no besar y abrazar a la gente. Yo nunca he sido tampoco muy de abrazar y besar a la gente y entiendo que a veces te dan ganas, pero yo no me atrevo todavía a abrazar a la gente y lo estoy llevando bien.
Yo el primer día que bajé a Córdoba a ver a mis padres estaba llorando de la emoción y no me atreví ni a abrazarles y ahora me emociono cuando lo pienso.
Se ha instaurado una distancia emocional que habrá que ver por dónde sale...
Pues sí, tienes toda la razón. A mí me ha afectado no poder expresar mi cariño a los más cercanos míos, mis padres y mis hermanos. Pero no te voy a mentir, con el resto de la gente estoy hasta encantada de no tener que besarles. De hecho, cuando llegué a la serie tras la pandemia me dijeron todos "estás en tu salsa, Macarena, porque no tienes que besar a nadie". Es que nunca he sido besucona . No sé si será por tener padres médicos, que desde que nací me decían no seas demasiado besucona, porque te pueden contagiar de cualquier virus... Y me lo decían de pequeña.
¿Ha notado que haya esa 'nueva realidad' a nivel laboral?
Yo retomé la serie, ya he terminado. Luego hice un videoclip, ahora estoy con la promoción de la película de 'Amor en polvo', luego en septiembre tengo más trabajo y ahora en verano voy a rodar también una peli. O sea, yo no paro y estoy trabajando y ojalá siga así. Creo en los rodajes y tengo bastante gente en mi entorno que está trabajando y de hecho he invitado a mis compañeros de 'La que se Avecina' al estreno de la película y ya te digo que casi nadie puede venir porque están trabajando.
