El candidato al Congreso por Córdoba, Marcial Gómez, nos recibe en la oficina de Ciudadanos en Gran Capitán, un lugar de trabajo enfocado a estas elecciones. Sobriedad, escasa decoración personal y carteles electorales. Un lugar exclusivamente dirigido a la labor de la campaña. Un nuevo marco de relaciones laborales y el impulso al tejido empresarial e industrial centran las políticas y propuestas contra la precariedad y el paro. Gómez también nos habla de algunas controversias recientes como las críticas que recibe su formación o la propuesta sobre violencia de género.
¿Cómo lleva la campaña?
Sinceramente, bien. Pero esta segunda semana ya nos va a pesar un poquito más en el ánimo. En ese sentido, Ciudadanos apuesta por reducir las campañas electorales a una semana, entre otras cosas para que su coste económico no sea tan alto. Nosotros tenemos además un presupuesto reducido para la campaña, ni la cuarta parte que otros partidos.
Los resultados, a tenor de las encuestas, indican una enorme subida de Ciudadanos. ¿Cómo casan esa subida con ese presupuesto reducido para la campaña?
Hay que destacer el trabajo de la secretaría de comunicación y de los responsables de redes sociales. Hacen un trabajo imaginativo y potente, que hace que tengamos una presencia que de otra forma no sería posible. Las formas de hacer política están cambiando y con ello su forma de comunicar. Ya no vemos esos grandes mítines en plazas de toros, ahora se hacen otro tipo de actos y la comunicación llega de otra forma.
Nosotros tenemos además un presupuesto reducido para la campaña, ni la cuarta parte que otros partidos
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Córdoba es la sexta provincia de España en cuanto a riesgo de pobreza, la sexta también en parados. Recientemente está sufriendo algunos varapalos tanto en los presupuestos generales del Estado como en el debate para los andaluces. ¿Qué propone Ciudadanos en estas circunstancias? Hay que recordar que por ejemplo el paro ya era muy alto incluso en la época anterior a la crisis, como suele decirse, un mal endémico.
Hay que denunciar esa falta de inversión en los presupuestos generales del Estado, que nos sitúa muy por debajo de la media española. Al margen de eso, Ciudadanos tiene multitud de propuestas generales en materia de economía y empleo que sería también buenas para Córdoba. Proponemos un nuevo marco de relaciones laborales con el contrato único y el complemento salarial. También contamos con ayudas a autónomos y pymes, y proponemos una bajada de impuestos para poner un poco más de dinero en los bolsillos de la clase media y trabajadora, que es la que más ha soportado el peso de la crisis.
¿Cree que hay posibilidad de superar los elementos más característicos que impiden el desarrollo de Córdoba? Por ejemplo la falta de industria.
Una vez solucionadas las necesidades más acuciantes de la gente debido a la crisis, deberíamos tender a un nuevo modelo económico y social que no estuviese basado en el ladrillo. Hay que aprender de los errores. Ciudadanos propone que se atraigan empresas de alta innovación. Córdoba reúne condiciones magníficas para convertirse en una especie de Silicon Valley de Andalucía: por ejemplo el clima o su situación. Hay que reducir las trabas burocráticas. Nosotros no comprendemos que un autónomo o un empresario con una pyme pueda perder a veces tres o cuatro días al mes en gestiones administrativas.
Otros partidos y muchas personas os consideran una especie de marca blanca del PP e incluso se habla reiteradamente de "el mismo perro con distinto collar".
(Ríe) Me hace mucha gracia porque se habla hasta de complot con la "Operación Menina", que tendría Ciudadanos junto al PP para hacer presidenta a la señora Sáenz de Santamaría. Por otro lado se habla del tripartito de los perdedores, donde Ciudadanos se uniría al Psoe y Podemos para derrocar a la lista más votada del PP. Cuando las críticas vienen tanto de un sitio como de otro, nos sitúan donde estamos: en el centro político.
Según las encuestas sí que va a ser clave la capacidad de pactar.
Hemos dejado claro que no perteneceremos a ningún Gobierno que no presida el señor Rivera, aunque sí que llegaremos a acuerdos puntuales.
Llama la atención que Ciudadanos se atreva a meterse en un terreno tan pantanoso y dirigido por la corrección política como la violencia de género con la propuesta de una nueva ley.
Esta cuestión ha sido malinterpretada, no sé si intencionadamente o no. Si hablamos de cambiar el nombre de violencia de género a violencia doméstica no es porque no reconozcamos algo tan indiscutible como que los hombres cometen la mayoría de los asesinatos, sino que pretendemos extender la protección y ayuda a otros modelos de familia. El único modelo de familia en España ya no es el hombre-mujer con hijos y queremos abarcar la violencia familiar de un modo más general. Tampoco pretendemos, como se ha dicho, quitar el agravante penal, sino extenderlo a otros supuestos.
La política del miedo ha sacado la artillería pesada
Hace meses, y de forma innegable, se produjo una campaña exagerada contra Podemos. ¿Os parece percibir ahora algo semejante contra Ciudadanos?
(Ríe) Lo notamos absolutamente. La política del miedo ha sacado la artillería pesada. Pero frente a ella está la ilusión. Y la ilusión siempre será más poderosa que el miedo.
