Córdoba CF

Sigue la búsqueda

El equipo califa visita Almería con la losa de once partidos sin ganar y la inmediatez de la victoria

Córdoba-Almería 4
photo_camera Javi Lara en el Córdoba Almería de esta temporada

La búsqueda que se convierte en rastreo. La esperanza del cerca, el campaneo en la sien, la undécima cabalgada hacia la victoria. Almería aparece en la jornada que hace diecinueve. La tarde del sábado, a las seis, el Córdoba CF. El lamento. El no queda otra. Ganar, que parece olvidado. 

Si los califas se han planteado jugar la temporada que viene en la categoría de Plata tienen que derribar los muros del empate insulso, del paso sobre el mismo sitio y de la derrota hiriente. Tras el punto ante el Rayo, la derrota ante el Huesca, las tablas ante la Cultural y así podemos contar hasta diez tropiezos más hacia atrás, los de Jorge Romero, que se estrena fuera de casa, deben de poner la mira en el Juegos del Mediterráneo como zona de despegue. Aún menos importa quién sea el rival cuando el objetivo es tan inmediato. Ni que en trece visitas a Almería, los cordobeses hayan ganado solo dos veces.

La UD Almería de un conocido

Bien conoce Lucas Alcaraz, comandante de la nave almeriense, el fangal blanquiverde. El pozo de la Segunda. La triste lucha caníbal en la que o unos u otros. Los entresijos de su rival. El granadino estuvo en el banquillo blanquiverde dos temporadas, le guarda amor. Pero son rivales directos UD Almería y Córdoba CF por la permanencia. Luego el choque aúna sentimiento, aunque se aparque, y muchos nervios. Una carrera en el filo entre rojiblancos que no quieren caer y blanquiverdes que no quieren empezar a despedirse.

Jorge Romero, en su primer viaje lejos de Córdoba, llama a todos menos a Noblejas, Jaime, Josema y Pinillos, por lesión. Que se quedan Loureiro y Esteve es decisión técnica. El cordobés, en su debut, apostó por el gusto y los hombres de toque. Alumbró en la primera parte y fue perdiendo brillo, intensidad hasta la penumbra en la segunda. Su tarea es difícil; hacer jugar a un equipo que de momento solo ha demostrado fútbol, a lo que se juega, y pasión, por fases. Y dispersas en las jornadas. Las dudas de la capacidad del equipo se entremezclan con las del negro futuro cercano si se mantiene la trayectoria, la desesperación. Y el estado mental en el que se ahonda. Un desastre.