Mantener el frente como único punto de referencia, cruzar noventa minutos. La salida es ganar. Pero el paso del Córdoba CF es estático. Paralizado en medio de un tránsito peligroso, conclusiones que circulan en el sentido contrario al buen camino; ni siquiera obstáculos. Porque los blanquiverdes permanecen anclados. Hacia adelante, ni siquiera empujados. Todos le pasan, incluido el tiempo, las sensaciones. Su temblar. La mirada gacha, angustiado; la quietud de su evolución futbolística, su piel de descenso de cuatro semanas. La piedra que arrastra, petrificado, cuando vocifera un boticario desde que empezó la Liga y dos entrenadores.
La vuelta a El Arcángel se antoja pesada. Se agolpa el ruido y el caos. Dos partidos sin ganar en casa, un punto de los últimos quince conforman nudos que le aprietan cada fin de semana. El ovillo blanquiverde. Ante el CD Numancia, el primer y único punto de la andadura de Merino. Ante el Lorca CF, el reciente, un tropiezo en el descuento. El CA Osasuna (viernes, 20.00 horas), que es el cuarto clasificado, que sólo ha perdido un partido (2-1, Cultural Leonesa), que encadena cuatro empates, se presenta a un Arcángel en donde el Córdoba no gana desde hace un mes (1-0, jornada 8, AD Alcorcón).
En toda la maraña, una cierta mano, la de Juan Merino y su intento de desenredo. De momento, estira de la preparación física, estira de la seriedad, estira de la compresión de las líneas, estira de la espera atrás, estira de la disciplina táctica; esperando resultados. El Córdoba CF es sombrío y embrollo. Tensión de la pena y de la paciencia. Una duda descomunal.
Dos equipos y situaciones contrapuestas
Difícil misión la de recibir a un grande empoltronado en puestos que le pertenecen de manera natural, el play off. También por presupuesto. Los rojillos han liderado la competición cuatro semanas, de la jornada ocho a la once. En la jornada catorce, la que toca, es candidato a volver la élite. El Córdoba CF, de bajar a Segunda División B.
El fútbol otorgará según qué premios al terminar la Liga, al empezar junio. Lo cierto es que, actualmente, hay un abismo entre dos equipos que compartían, de inicio, el anhelo de regresar a Primera. Doce puntos entre uno y otro; desde la frialdad de los números. Objetivos opuestos y una comparación imposible. Errores y aciertos. Merecimientos.
Llegan los navarros con 'Xisco' Jiménez, tres años capitán de la blanquiverde, y un único antecedente positivo. Ganaron la última vez que se encontraron, en la 2015/16, por la mínima, gol de Belenguer. Sólo una victoria en sus visitas, que son nueve. De mantener la estadística, El Arcángel vencería, por unas horas, el susto.
