Seis años tardó el Arcángel en vivir una primera parte parecida a la de la esta tarde noche. Fue en 2011 cuando el Córdoba CF le hizo tres al Alcoyano. La última jornada festiva de Mayo tocó sufrirla al Real Oviedo, que se le pone el Play Off muy crudo. Y volver a disfrutarla a los califas, a un paso de dar por sentenciada su estancia, un año más, en Segunda División, objetivo improvisado en el transcurso de una campaña planificada para subir y que celebra que tiene dos partidos, en Vallecas y en casa ante el Girona, para con un punto, certificar su permanencia en sello de Plata. Cinco puntos lo elevan sobre el descenso y quedan seis en juego.
La fiesta se trasladó de El Arenal al Arcángel, impaciente. Nerviosa por formar parte de lo futbolístico. Lo impregna todo. Y ya saben que el espectáculo se sustancia, en este deporte, de los goles. Algunos se perdieron el tanto de Piovaccari. Con todo vendido y problemas en los tornos en el acceso al Estadio, más otros aún en la Feria, pudieron escuchar el estruendo. El rugir del Córdoba CF. El primero en una indecisión defensiva carbayona que aprovechó la estampida del italiano y fusiló a Juan Carlos para poner de cara al choque a los 37 segundos de un juego que recién empezó. Y terminó con los agobios. Terminó.
Doblete de Piovaccari en diez minutos
Enrrabietó al Real Oviedo. Los hombres de Fernando Hierro recibieron el golpe como quien no va venir un tren y diez minutos después recibió otro. Aún más fuerte. El segundo. Javi Galán hizo un control en carrera orientado, maravilloso, en el que sacó la zurda para disparar y de segundas, ponérsela de nuevo a Piovaccari, tocado por una varita, y colocarla en la red. Con lo que a este Córdoba CF le cuesta hacer un gol, fíjese, que a los diez minutos de salir al césped, ante un candidato al Play Off, hicieron dos. El comienzo soñado. La intensidad con la que salieron los blanquiverdes hizo el resto.
Alfaro entró al once por Pedro Ríos. El salvador de un punto en Carranza tuvo el premio de la titularidad y de formar parte de una gran primera parte de los califas. Llevaron siempre peligro, tomaron control. Los efectos colaterales de empezar ganando de forma tan precoz. Le colocaron en la posición idónea para la comodidad, sin perder un ápice de tensión y el buen hacer de las cosas prevista para estos casos. No tartamudear en un diálogo con el tiempo y el resultado. Sin dejar al Real Oviedo jugar, tropezando en cada acción con la buena disposición mental y táctica de los hombres de un Luis Carrión contento, como cada cordobesista, con lo que veía.
Inflexión en las manos de Kieszek
Pero en el Córdoba CF, ya saben esto de las alegrías. O la calma. Que no la ha habido en toda la temporada. Kieszek paró un penalti a Toché. Los corazones volvieron a latir. Al menos, sirvió para avisar que el partido no acabó en diez minutos. El gol moral podría haber ayudado a la indecisión del Real Oviedo. Meter los nervios en la caja fuerte califa con tres puntos removiéndose sin estar del todo seguros. Se pasó de la tensión a la sentencia. De locos. Los blanquiverdes hicieron el tercero. Alfaro. Refrendó su puesto de inicio empujando a la red un centro, otro, de Javi Galán. El de Badajoz hizo de su banda una tortura azulona. Después de un acoso a la portería de Juan Carlos en una doble ocasión, se desató la traca, el Real Oviedo resultó bañado en llamas. Lo pasó por encima un Córdoba CF incendiado que le salió todo para disfrutar de un Arcángel que lo mereció más que nunca, más que nadie.
Ya todo fue bajar. Rodado. Nando lanzó un misil al larguero instantes antes del descanso que tampoco le ayudó a meterse en el partido. Después, para la segunda, Hierro, obligado, metió a Berjón y arrancó a Torró del pivote. Fue el primero en tentar a Kieszek, pues el Real Oviedo se adueñó del balón en su propósito de enmienda. Sin embargo, quien volvió a engrosar la lista, el festín, fue el Córdoba CF en una falta que ya se intuía peligrosa para un especialista como es Javi Lara. El de Montoro hizo el cuarto en el saque, cuántos puntos ha dado, entre otras virtudes, a balón parado. De manera directa puso la rúbrica de forma directa tras rebotar en la barrera.
Vuelve Caballero
Se levantó el pie con el cuarto. Los dos lo hicieron. Dando por vencido el partido y esperando que el noventa hiciera presencia. Los cambios se convirtieron en un carrusel dinámico para saltar a un césped sosegado. Los agotó el Real Oviedo. En el Córdoba CF el goleador, Rodri entre la ovación al sustituido Piovaccari. Al Real Oviedo solo le quedaba salvaguardar la imagen. Lavó el marcador Saúl Berjón al completar una acción colectiva muy buena y finalizó con amagos ante Kieszek, cuyas intervenciones privaron a los carbayones de hacer algún gol más. Dio un recital de reflejos. Evitó un gol en propia antes del gol de Berjón y taponó, de pies, un cabezazo a quemarropa de Erice antes del regreso de Caballero y de la sustitución de Deivid. También de un gol mal anulado a Linares por fuera de juego y una compensa, de penalty, que esta vez sí, transformó. Pero ya sin tiempo. Sonó el final.
DATOS DEL PARTIDO
CÓRDOBA CF: Kieszek; Antoñito, Caro, Deivid (min. 80, Deivid), Bíttolo; Edu Ramos, Aguza (min. 76, Caballero); Javi Lara, Alfaro, Javi Galán y Piovaccari (min. 66, Rodri).
REAL OVIEDO: Juan Carlos, Johannesson, Costas, David Fernández, Christian, Erice, Lucas Torró (min. 45, Saúl Berjón), Susaeta, Carlitos (min. 63, David Rocha), Nando (Linares, min. 55) y Toché.
ÁRBITRO: Arcediano Monescillo. Colegio Castellano Manchego. Amonestó por el equipo local a Antoñito, Aguza y Rodri y Bíttolo. Y por el visitante a Nando, David Fernández, Erice, Christian, Carlitos, Saúl Berjón y Johannesson.
GOLES: 1-0 (37'') Piovaccari. 2-0 (min. 11) Piovaccari. 3-0 (min. 35) Alfaro. 4-0 Javi Lara (min.54). 4-1 (min. 68) Saúl Berjón. 4-2 (min. 90) Linares.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la Jornada 40 de LaLiga 1|2|3 disputado en El Arcángel ante 14.751 espectadores.
