A través del Imdeco

El Consejo del Movimiento Ciudadano critica el caos de la política deportiva

Considera una medida cosmética e insuficiente cesar el gerente de Instituto Municipal de Deportes (Imdeco)

Pabellón de la Juventud
photo_camera El CMC critica que el Pabellón de la Juventud no se haya derribado aún

El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) ha querido trasladar, a través de un comunicado, a la ciudad su honda preocupación por el caos de la política deportiva municipal que no puede arreglarse ni ocultarse con el cese del gerente del Imdeco, que se ha producido en un momento "al menos inoportuno", y solicita al gobierno municipal que, mientras aborda los problemas estructurales que tiene el Instituto, no abandone la gestión ordinaria, lo que iría en detrimento del mantenimiento de las instalaciones y considera que para reflotar este organismo municipal, es preciso emprender un plan de choque que dé respuesta a los grandes retos del deporte en la ciudad.

Para el CMC, el presente y futuro del Instituto de Deportes pasa por asegurar la rentabilidad social de la práctica deportiva y con ello recuperar la relación social y ciudadana de sus instalaciones deportivas, incluyendo una política de precios con mayor sensibilización social, extendiendo a las instalaciones la obligación de dinamizar los espacios deportivos existentes en la ciudad. Por eso, más allá de entrar en el motivo, más o menos oportuno, que parece ha motivado el cese de su gerente, al Imdeco se le acumulan las tareas, no habiendo aprovechado los últimos cuatro años para haber emprendido una gestión eficiente en políticas deportivas para la ciudad, con una hoja de ruta que no ha existido.

Proyectos enquistados

La Comisión de Deportes del CMC ha mostrado su creciente preocupación en proyectos enquistados como es la demolición del Pabellón de la Juventud, la implantación de césped en el campo de fútbol de la calle Marbella; los proyectos pendientes en las barriadas de la periferia como la reapertura de la Sala de Alcolea, la redacción de los proyectos de Sala de Barrio de Villarrubia, la instalación deportiva de Santa Cruz, el mantenimiento y potenciación de los circuitos deportivos de Cruz Conde, Tablero o Asomadilla, o el abono de las facturas pendientes que estrangulan la economía de las entidades sociales y ciudadanas que prestan servicios a la ciudad, como es el caso de las Carreras Populares.

La última muestra de una política deportiva sin rumbo es la "lamentable gestión de la IMD de Parque Azahara, que ha acabado costando 70.000 euros entre canon no cobrados, pluses no ejecutados y salarios, a los que ha sido condenado el Instituto a pagar por sentencia judicial". Y todo, en el marco de la reformulación que está pendiente sobre la gestión de las salas de barrio y los campos de fútbol de la ciudad. Una treintena de instalaciones que vertebran la práctica deportiva de Córdoba y que ven cómo se aproxima junio de 2019, fecha tope para conocer cómo será su gestión en el futuro.

Para ello, el CMC se ofrece como un espacio facilitador para el encuentro constructivo que busque fórmulas adecuadas para la gestión eficiente de las instalaciones, el desarrollo de la practica deportiva ya asentada y además, contribuir para hacer del deporte el hábito saludable que se convierta en uno de los instrumentos vertebradores de la sociedad cordobesa.