Investigación universitaria

Roma: El primer mundo globalizado

El estudio de Enrique Melchor Gil plantea que el urbanismo, la vida municipal, el derecho, las leyes, el arte o la literatura actuales son modelos que provienen o tienen sus raíces en la época romana

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photo_camera Templo Romano junto al edificio del Ayuntamiento en la calle Capitulares

El catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Córdoba (UCO) Enrique Melchor Gil ha publicado un estudio en la revista 'Andalucía en la Historia' en el que presenta al Imperio Romano como la primera sociedad globalizada de la historia, profundizando también la investigación en el legado de Roma presente la civilización europea actual.

Así, según ha informado la UCO, el estudio plantea que el urbanismo, la vida municipal, el derecho, las leyes, el arte o la literatura actuales son modelos que provienen o tienen sus raíces en la época romana.

Según ha señalado Melchor Gil, "los elementos que perviven de la sociedad romana lo hacen del mismo modo en Andalucía, en Europa y en Estados Unidos", y cita como ejemplos los modelos arquitectónicos de las ciudades de nuestros días, ya que se planificaron siguiendo los patrones romanos, "o la manera que tenemos de homenajear a las personas ilustres". Además, el Imperio Romano estableció la primera unificación monetaria de Europa, con la que "buscó consolidar una meta de la actual Unión Europea, que era crear un espacio económico homogéneo".

Democracia y votación

Además, según ha argumentado este experto en Historia Antigua, cuando se habla de democracia "parece que ésta se inició con la Revolución Francesa y se olvida que la democracia nació en Grecia y que posteriormente los sistemas de elección de cargos mediante votación del pueblo llegaron a Roma, así como a cientos de ciudades de todo el Imperio Romano".

La Legio Vernacula de Gilena en Almodóvar 1

De hecho, las votaciones anuales para nombrar a los magistrados encargados de gobernar a cada comunidad cívica, las normas jurídicas y de convivencia y las constituciones por las que se rige toda ciudad o nación y que han llegado a nuestros días ya existían en Roma, así como los documentos jurídicos que regulaban el correcto funcionamiento de las instituciones públicas.

El derecho romano también pervive en parte del derecho moderno de numerosos países europeos, siendo uno de los más importantes legados de Roma. Especialmente, el derecho privado actual está fuertemente influenciado por el romano, como se observa en testamentos, tutelas, servidumbres de paso, compras y ventas.

Con limitaciones

Teniendo en cuenta todo lo anterior, el estudio considera que el primer mundo globalizado de la historia "no es el actual, sino que ya lo fue el mundo romano, con las limitaciones que había en aquella época, es decir, sin los medios de difusión de la cultura, la ciencia y las ideas y los sistemas de comunicación con los que contamos hoy en día".

Según el análisis de Melchor Gil, el mundo globalizado actual es una herencia de Roma, pero sin la unidad que primaba en dicha época y que, "no se ha vuelto a lograr". Es decir, la civilización actual ha evolucionado desde entonces, pero al mismo tiempo "se ha compartimentado, surgiendo los nacionalismos y los particularismos que persiguen mantener los privilegios de una minoría". Esos particularismos o pequeños poderes locales fueron los que "terminaron desintegrando al Imperio Romano".

Estatua templo romano

En este punto, el estudio analiza como el Imperio Romano "no fue una sociedad ideal, pero el planteamiento de fondo sí era mejor que el actual, algo que queda demostrado por cómo perduró en el tiempo". La clave del éxito de Roma estuvo precisamente, según el estudio de Melchor Gil, en su empeño por integrar a los pueblos que conquistó, logrando que formaran parte de un imperio único y evitando así que quisieran terminar con él.

Para el catedrático de la UCO, Roma consiguió que se desarrollasen estructuras económicas, políticas, sociales y culturales comunes para todo el Imperio que permitieron integrar a todos sus habitantes, aunque también buscó respetar los aspectos identitarios de los pueblos que conquistó (lengua, religión, etcétera). Por ello, el análisis publicado en 'Andalucía en la Historia' concluye que ese modelo de organización "debería presidir todo proyecto político que aspire a articular, tanto la construcción de Europa, como la de España".

Este estudio se integra en una línea de investigación más amplia dirigida al análisis de las élites hispanas que colaboraron en el gobierno y en la administración del Imperio y cuyos responsables integran el Grupo ORDO (Oligarquías Romanas de Occidente), del que forma parte Melchor Gil.