Fue hoy, del año 2006, cuando la iglesia católica registró, según indica la web de Cordobapedia, la Mezquita-Catedral como bien suyo. En concreto lo llevó a cabo en el Registro de la Propiedad número 4 de Córdoba, tal y como se refleja en el tomo 2.381, libro 155, folio 198.
Y aunque debería de haber una separación clara entre fe y política, fue una norma franquista, la Ley Hipotecaria de 1946, la que permitió a la Iglesia inscribir cualquier bien, excepto los templos destinados al culto, sin documentación y simplemente con la firma de un obispo, que actuaba casi como un notario.
En 1998 el Gobierno de José María Aznar permitió que también se inscribieran los templos, de forma que, a efectos prácticos, legalizó la práctica. Un privilegio que estuvo en vigor hasta el año 2015.
La inmatriculación de la Mezquita-Catedral, uno de los monumentos más visitados de España y que ha sido elegido de forma popular por los visitantes como uno de los favoritos a nivel mundial, fue por 30 euros, mientras que la entrada para entrar (a los no cordobes@s) es de 10 euros.
Otras inmatriculaciones significativas en Córdoba fueron la ermita de los Santos Mártires, el kiosco de San Hipólito, la Plaza del Triunfo, la Plaza del Pocito o la iglesia de Villarrubia, al tiempo que, según datos de la gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), entre los 181 bienes inscritos figuran 42 inmatriculaciones, un conjunto extenso de bienes inmuebles, más de 50 viviendas, 17 plazas de garaje, más de 30 locales comerciales, plazas publicas, así como una veintena de solares urbanos y fincas rurales. Un bonito patrimonio terrenal.
