La historia (y la vida) suele contarse desde el punto de vista de un protagonista, que no es otro que el yo y el uno mismo, con la experiencia personal mucho antes que con la ajena, que no dejan de ser externas y, por tanto, no experimentables. Esto viene a que, por ejemplo, un terremoto que se produce (tiene su epicentro) a cientos de kilómetros de donde uno mismo se encuentra, pero lo siente como si fuera propio, pasa de inmediato a ser 'su' seísmo.
Eso mismo ocurrió en la madrugada del 28 de febrero de 1969, en torno a las 04.00 horas, cuando un movimiento de tierra potente, de 7,3 grados en la escala de Richter (intensidad VII en la de Mercalli), sacudió el Sur de la Península desde el Cabo de San Vicente (con su respectiva subida en la intensidad del oleaje tras el terremoto que no derivó en tsunami).
Fue una noche lamentable en la que hubo fallecidos por infartos (siete, según la contabilidad oficial) en Sevilla y Badajoz, porque lo sintieron como propio y, de hecho, la web de Cordobapedia señala que "se produce un terremoto de 5 grados de la escala Richter que sembró el pánico en la ciudad". Es decir que también los cordobeses lo consideraron como algo que les ocurrió a ellos y hasta con su propia escala.
La noticia la recogió al día siguiente, 1 de marzo (no era bisiesto) el diario ABC de Sevilla a página completa (sin imágenes), en donde se detalla, con excelente pluma (que todo hay que decirlo) las sensaciones de la gente y el pánico generado que lanzó a la calle a numerosas personas, mientras los tejados y paredes crujían agónicos. Una sensación que en la actualidad alguno ha dado en calificar como "surfear las calles".
En 2003 tuvo lugar otro movimiento interesante, de de 5,6 grados de magnitud, con epicentro en el Atlántico (al sureste del cabo de San Vicente), volvió a sacudir la misma zona, es decir que se sintió con fuerza en las provincias de Sevilla y Huelva, pero también en Portugal y levemente en la provincia de Málaga y parte de la de Córdoba.
Y es que se da la circunstancia de la zona del epicentro es la falla Azores-Gibraltar y corresponde al borde de dos grandes placas tectónicas, la euroasiática al norte, y la africana al sur, causante, precisamente del sismo de 1969 y también del espantoso terremoto de 1755 (un 8,5 para Richter) con centenares de muertos, edificios derribados y un maremoto posterior que engulló la costa.
Y para los curiosos, la web solosequenosenada recoge un listado de grandes terremotos en la Península desde el 500 a. de C. hasta 2012, en los que aparece Córdoba como epicentro sólo entre ocasiones: los años 944, 955 (que dicen que afectaron ambos a edificios de la capital califal) y entre 1024 y 1025, éste bastante 'interesante', ya que "se sintió en Almena pero sitúan el epicentro en Córdoba". En esta crónica se dice: "En el año 415 (15 de marzo del 1024 a 3 de marzo del 1025) fue el gran terremoto de al-Andalus; se abrieron las montañas y quedó muy maltratada la tierra". La fuente que cita es Los estudios de sismicidad histórica en Andalucía.
