La fecha más temida para muchos padres y la más deseada para muchos jóvenes y adolescentes está a la vuelta de la esquina. El día 24 de diciembre se ha establecido, desde hace varios años como una cita ineludible para quedar con los grupos de amigos y disfrutar de la que muchos ya denominan como la 'Tardebuena' o, en otras palabras, la previa a la noche de Nochebuena. Sobre las 13:00 horas, y este año puede que incluso antes por aquello de ser domingo, los establecimientos hosteleros de la ciudad se empiezan a llenar de jóvenes y no tan jóvenes con ganas de fiesta.
Precisamente, los establecimientos que ya saben que este día tendrán clientela, más que seguro, realizan distintas ofertas a todos aquellos que se acercan a sus negocios. De esta forma, se pueden ver carteles de todo tipo por la ciudad ofreciendo consumición con tapa, con platos de arroz, o con cualquier otro tipo de alimentos. También, en algunos establecimientos bajan los precios para conseguir, así, atraer a más clientela.
Sobre las zonas, a pesar de que la gente suele moverse por sus barrios, no muy lejos de casa, desde hace varios años triunfa la zona de la avenida de Barcelona. Allí, los establecimientos llevan a cabo todo tipo de actividades para entretener al público que se congrega en la popular avenida. También es muy popular la zona centro de la ciudad, sobretodo, por el ambiente que se respira en la calle y en las tabernas donde no falta ni un detalle navideño.
La música y los ambientes son para todos los gustos. Los amantes del flamenco y la música tradicional pueden disfrutar de las rumbas, sevillanas, y villancicos en establecimientos como La Cazuela de la Espartería, o el restaurante Agua de Mayo. Los que prefieren unos ritmos un poco más “moviditos” también tienen a su disposición las discotecas y los disco-pubs cordobeses, que desde las 16:00 estarán abiertos esperando la llegada de los jóvenes de la ciudad.
Lo cierto es que es una tradición que se ha ido constituyendo a lo largo del tiempo y que en muchas ocasiones supone un gran quebradero de cabeza para el resto de los familiares que prefieren no salir y esperan en casa la llegada del “fiestero”.
