Desde el pasado martes, 24 de septiembre, el restaurante La Cuchara de San Lorenzo ha vuelto a abrir de nuevo las puertas al público después de varios meses en los que la empresa ha estado llevando a cabo mejoras en el local para ofrecer la máxima calidad y atención a su clientela.
Así, los hermanos Paco y Narciso López, al frente de la cocina y la sala, respectivamente, junto al resto del equipo, se ponen de nuevo a disposición de los comensales cordobeses y no cordobeses para servirles en los diferentes espacios en que se desarrollará esta nueva etapa de La Cuchara de San Lorenzo: Salón superior, inferior y la ya clásica terraza exterior a pie de calle.
Una esperada reapertura que ha llegado con numerosas novedades, pero en la que se mantendrá intacto el espíritu del restaurante, es decir, una cocina de mercado, con absoluto respeto al producto y a la estacionalidad, y pinceladas de vanguardia.
En esta nueva etapa, seguirá habiendo una carta fija (totalmente nueva) al margen de las atractivas sugerencias que cada día se ofrecen a los comensales en función de las materias primas propias de cada época del año. No obstante, permanecerán en mantel algunos clásicos de la casa, como sus famosas patatas bravas, salmorejo o manitas de cerdo.
Sin embargo, los grandes cambios vendrán de la mano de su carta de vinos, que se ha ampliado notablemente hasta llegar a las 140 referencias, procedentes de las denominaciones más variadas, desde los inigualables generosos de Montilla-Moriles a los cavas y champagnes, pasando por blancos, tintos y rosados para satisfacer al público más exigente.
