FLORA 2019

FLORA ha terminado pero no ha finalizado: todavía hay sorpresas por la ciudad

Dos instalaciones efímeras, una en el monumento a Julio Romero de Torres, junto a Los Patos, y otra en la estatua de Maimónides, sirven de prólogo para la guerrilla floral de esta tarde en los jardines de Orive
Instalación efímera de Flor Motion en Flora
photo_camera Momento antes de empezar los trabajos para la instalación efímera de Flor Motion en el monumento de Julio Romero de Torres

El monumento a Julio Romero de Torres en la glorieta de Hiroshima y Nagasaki se encontraba a primera hora de la tarde listo para cambiar y engalanarse. El festival Flora ha terminado pero no ha finalizado, si se permite el juego de palabras. Las instalaciones efímeras del colectivo Flor Motion, los ganadores del evento, ofrecen un aspecto nuevo que trata de aprovechar además los materiales de las obras de la propia Flora.

En el caso del monumento a Julio Romero, Flor Motion aprovecha el trigo y la lavanda de la instalación que estuvo en el Palacio de Orive, a cargo de la australiana Marie Lennnox. "Hemos escogido esta situación por su relación con los jardines de la Agricultura, y también po la forma, a mí me da la sensación de que el trigo es también un pincel", ha declarado Teresa Vicente-Franqueira, una de los miembros de Flor Motion, por lo que esa instalación entronca tambien con el pintor cordobés.

Instalación efímera de Flor Motion en Flora2

Esta instalación se une a otra junto al monumento a Maimónides y sirven de prólogo a la guerrilla floral de esta tarde a partir de las 17:00 "en los jardines de Orive va a haber tres mesas , cada una con un florista de Flor Motion, que va a enseñar como se hace un ramo, y la persona hace su ramo y se lo lleva". A partir de ahí habrá que dejar volar la imaginación sobre lo que ocurrirá con esa denominación de 'guerrilla'. También aquí se aprovecharán materiales de las instalaciones de Flora. "A las cosas hay que darle una vida nueva, la que sea, y darles carácter, por ejemplo con Maimónides, al ser médico, hemos empleado más el algodón", ha añadido la florista.

"Lo que proclamamos es la cultura de la flor, buscamos que la gente conozca flores distintas, de hecho nos reunimos una vez al mes, escogemos una especie distinta, hacemos una instalación mediante la reinterpretación de cada uno de los 15 miembros del colectivo, que hace un arreglo, luego con los restos florales hacemos ramos y los repartimos por Madrid", ha explicado Vicente-Franqueira. "Buscamos humanizar la ciudad y hacer paradas, porque cuando te encuentras flores en un sitio haces una parada y te haces una pregunta".