SORTEO PARA ESCOGER AL REY MELCHOR

Cuando los Reyes Magos no son los padres, es la abuela

¿Cómo ocultar a tu nieto que su abuela es la Reina Melchora? Ése es el contratiempo al que tendrá que enfrentarse la elegida en el sorteo celebrado en el Ayuntamiento, Antonia Beltrán. Vecina de Fátima, se una a la Reina Baltasara, Marta Hidalgo, elegida ayer por la Federación de Peñas. Queda por saber mañana el Gaspar. ¿Habrá trío de reinas?

Rey Maga
photo_camera Antonia Beltrán, vecina del barrio cordobés de Fátima encarnará al Rey Melchor

Antonia Beltrán, vecina del barrio cordobés de Fátima, es la nueva rey Melchor -o reina Melchora- de la cabalgata del próximo enero. Con un nieto de cinco años, Antonia ha confesado que tendrá que mantener en secreto su condición hasta que sea más grande, puesto que en esta ocasión no es que los reyes sean los padres, la reina es la abuela: «Tendré que esperar a que sea mayor para poder decirle que un día fui el rey Melchor». Visiblemente emocionada, la inminente responsable de una de las carrozas del 5 de enero ha indicado que ya se ha presentado al sorteo en tres o cuatro ocasiones, y que esta vez tenía «las hormiguitas en el estómago», esa sensación de que la suerte está contigo. Esta Melchora se une a un Baltasar también femenino o Baltasara, Marta Hidalgo, escogida ayer por la Federación de Peñas. Mañana se conocerá el Gaspar designado por el Ayuntamiento, un personaje reconocido, y sabremos si tenemos trío de Reinas Magas.

El sorteo convirtió al Ayuntamiento desde antes de las nueve de la noche en un lugar festivo. El salón de actos estaba repleto pero también parte de la planta de abajo, donde se instalaron monitores. No es para menos, a los 319 participantes del sorteo se unían familiares y amigos. Tras la intervención de la concejala de Desarrollo Económico y Promoción de la Ciudad, Carmen González, la directora de la ONCE en Córdoba, Carmen Aguilera, y la alcaldesa, Isabel Ambrosio, se cedía el paso al subdirector de la ONCE en Córdoba, Alberto Bargiela, convertido en un auténtico animador y showman. No se limitó a explicar el funcionamiento del sorteo, sino que bromeando con que se había fijado en algo -es invidente- aferró una bolsa que había debajo de la mesa principal. En su interior una bufanda y una camiseta del Córdoba C.F., que pasó a ponerse ante los aplausos y vivas al club del público. A continuación sonó su teléfono y habló con su hijo de cinco años, que preguntaba dónde estaba su padre (si era real o un guión sólo lo sabe el artista). Bargiela, como si de un avezado monologuista se tratase, dio los rodeos necesarios para no decirle a ese hijo que estaba en el sorteo de los Reyes Magos, pues a los niños no se le pueden desvelar esas cuestiones.

publico asistente rey maga

La peculiaridad del sorteo es que no se colocan en un bombo tantas bolas como participantes hay, sino que primero se selecciona el número perteneciente a la centena -o decena si es cero-, para llenar luego dos bombos con números del cero al 9. De esta manera el número no sale "de golpe", sino que se va acotando y, por ejemplo se supo tras el primer bombo que el elegido era uno de los doscientos. Esta forma de actuar hacía que la emoción aumentase. Tras el primer 2, un segundo 2 y más tarde un 3 hacían ese 223 que tenía la ganadora, que fue investida inmediatamente con traje de gala oficial, o sea, manto de monarca y corona. Son sólo un adelanto del auténtico y completo disfraz que llevará dentro de menos de un mes y ante miles de personas y, sobre todo, niños expectantes ante el hecho de que unos reyes venidos de Oriente les dejen algo bajo el árbol de Navidad o cerca del Nacimiento tras lanzarles unos caramelos.