Avispa asiática en Córdoba: ni está ni se la espera (y no la confunda con otras)

De momento, y pese a los alarmismos de cada año, no se han detectado ejemplares en Andalucía
Avispa asiática
photo_camera Avispa asiática

En este año de pandemias en el que se han anunciado también meteoritos, llamas solares, conspiraciones variadas que tendrían detrás a magnates y en las que no faltan malvados que quieren inocular chips a toda la población y para rematar una gran explosión como la registrada ayer en Beirut, sólo faltaba una dosis del alarmismo que se reproduce cada año en torno a la avispa asiática, conocida en los medios de comunicación también como avispa asesina. Pero que no cunda el pánico en este caso: en Córdoba no está ni se la espera.

"Precisamente pensamos que el término asesina se debe a que va a matar a las personas, y en realidad está relacionado con su carácter depredador respecto a otros insectos que caza, de la misma forma que hay moscas asesinas o chinches asesinas, pero referidas igualmente a otros insectos", ha explicado Diego Peinazo, miembro de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural, que ha editado un folleto sobre la avispa asíática en Córdoba. La idea de esta publicación a la que puede acceder pinchando en el enlace es desmentir tópicos sobre una especie que muchos veranos protagoniza un conjunto encadenado de informaciones que por contagio y por la falta de temas para los informativos terminan cobrando no sólo un protagonismo inusitado, sino la mayoría de las veces sin base alguna.

Peinazo indica que las posibilidades de que la avispa asiática prospere en Córdoba son escasísimas debido a que estos himenópteros prefieren un clima templado y húmedo. El de la provincia no sólo se aleja de esos parámetros, sino que está teniendo unos de los veranos más calurosos de su historia, con el termómetro por encima de 40 grados un día tras otro. Esto hace que incluso en determinadas zonas de umbría cordobesas haya un riesgo muy, muy bajo. En España se suelen detectar colonias de esta avispa en Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Cataluña y norte de Burgos.

Mito y sensacionalismo

El problema es que a la avispa asiática no le hace falta ni la presencia para hacer daño, y no porque tenga sentidos especiales o características fabulosas, sino precisamente debido al sensacionalismo de los medios, que crean el mito de su exacerbada peligrosidad. Y esto hace que se maten a otras especies por su parecido, sencillamente porque son avispas grandes.

Peinazo señala cuáles son sobre todo los dos grandes perjudicados: la avispa mamut (Megascolia maculata) y el avispón europeo (Vespa Crabro). ¿Qué ocurre? Que por el alarmismo mucha gente se las encuentra y directamente las mata.

Con respecto a la primera, la avispa mamut, a la que Peinazo alaba como "magnífica", destaca que ni tan siquiera es agresiva, pues suelen serlo mucho más las avispas coloniales, y esta es solitaria "mide unos seis centímetros, la gente las ve, las asocia a la asiática y se las cargan". Este miembro de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural da fe de su escasa beligerancia: "sólo te pica si la manipulas o la coges, yo he estado siguiéndola mucho rato con la cámara y el bicho no ha hecho ni un ademán raro, lo que hace es retirarse sin más".

El avispón europeo por su parte sí es colonial, y de hecho está más próximo biológicamente a la avispa asiática. Tampoco es abundante en Andalucía, puesto que prefiere también climas más templados, aunque se le encuentra en la Subbética y en zonas de Sierra Morena. Sus colmenas son más reducidas que las de la avispa asiática, y pueden reunir a un centenar de obreras. Puede picar, pero basta con tener la precaución de no acercarse a sus nidos. "Este avispón también sufre las consecuencias del desconocimiento y se le está persiguiendo".

Ante la confusión, Diego Peinazo recomienda que si alguien se topa con un nido de avispas grandes se ponga en contacto con el 112, que a su vez contactarán con medio ambiente, pero que no molesten ni hagan daño a los insectos. Mucho mejor si se puede hacer con cuidado una fotografía y compartirla con algún biólogo o grupos como el de Historia Natural en Facebook, con el objeto de sabe de qué especie se trata y además combatir el alarmismo mediante el conocimiento.

La llegada de la avispa asiática

Se cree que la avispa asiática llegó a Europa dentro de cajones de fruta procedentes de China. En ellos había reinas invernantes. En el caso de España, la hipótesis es que llegó en torno al 2010 por el Pirineo occidental. Se certificó su presencia por primera vez en Amaiur (Navarra). Hasta el momento no se ha detectado en Andalucía. 

El principal problema que causa es su presión contra las abejas, ya que las caza, y además desplaza a otro tipo de avispas autóctonas.

Con respecto a las personas, y pese a lo que se cree, no resulta especialmente peligrosa. La toxicidad de su veneno es similar a la de otras avispas, por lo que sólo tienen que tener cuidado los alérgicos o aquellos que sufran muchas picaduras por un ataque, lo cual es rarísimo.