COSMOPOÉTICA 2016

El Arrabal más dadaísta arropa la apertura del festival poético cordobés

Una Iglesia de la Magdalena llena de gente sirvió de escenario perfecto para que el escritor aportara su granito de arena para el banderazo de salida a trece días en los que la poesía cobra protagonismo

Arrabal
photo_camera Fernando Arrabal buscando inspiración en el público para su charla inaugural de Cosmopoética 2016

La Iglesia de la Magdalena, abarrotada de público y densa en calor, en la que aún cuelga flotante un Cristo que pende sobre todo aquel que actúe, hable o diserte en ese espacio que guarda todavía recuerdos de aromas a incienso y a fe remota, sirvió de marco de encuentro para admiradores del genio e Fernando Arrabal, el escritor encargado ayer de dar el banderazo de salida a la XIII edición (maldita para los supersticiosos) de Comospoética, un muy ecléctico festival de poesía genuinamente cordobés que durará hasta el próximo 8 de octubre. Y este año, dedicado al Dadaísmo.

Y sobre ese rompedor y extremadamente efímero movimiento, que sirvió a modo de crisálida para el nacimiento del Surrealismo, departió Arrabal, y también de su querido Tristan Tzara, padre de Dada; de Gala, la pareja de Dalí y quien sugirió la búsqueda de la palabra mágica (el nombre) que diera forma a ese grupo de artistas que querían cambiar el mundo sin saber cómo buscando a ciegas la primera palabra que apareciera en un diccionario.

Sin pelos en la lengua

Habló sobre Lenin, asiduo, según Arrabal, al Cabaret Voltaire y que, al igual que el resto del público, quedó impactado viendo al "comedido" Tzara bailar con los testículos al aire ataviado con un tutee. Y no se olvidó de José María Pemán, autor del himno nacional, al que calificó como "gilipollas" y cabrón" y quien cuando Arrabal fue condenado a 12 años de cárcel por blasfemar de Dios pero sobre todo de la patria primero escribió a su mujer diciéndole que ese "coscorrón de unos días en la cárcel" le iba a venir muy bien a su marido para que sentara la cabeza y luego pidió vía telefónica perdón y su liberación al saber el alcance real de la condena.

Aseguró que Dalí era un genio incomprendido y "difamado" por todos, incluido André Breton, padre del Surrealismo en el que Arrabal profundizó durante sus tres años "más fructíferos artísticamente hablado" y que lejos de ser el facha que todos pensaban era durante la infame Guerra Civil, fue un "trosquista", un rebelde" que hasta el último momento estuvo en contra del "tirano" como se refería al hablar de Franco.

Y antes de dar paso al concierto musical de un Albert Pla bélico y amante de las zonas oscuras, lanzó lo que podría ser el verdadero lema de la presente edición usando para ello una frase de Tzara: "El arte será convulso o no será".

Queda inaugurada la XIII edición de Cosmopoética.

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