MEDIO AMBIENTE

Apresúrese a ver uno de los árboles singulares de Córdoba... Para decirle adiós

Se trata de un olmo centenario situado el Ronda del Marrubial

olmo singular en Ronda del Marrubial
photo_camera El olmo de Ronda del Marrubial, un árbols singular con los días contados

El olmo que ven en las imágenes está catalogado como árbol singular en Córdoba. Se incluye en el inventario de uno de los primeros catálogo de árboles singulares de España, publicado como libro en 2002 y realizado por el biólogo Rafael Tamajón junto a varios colaboradores (el catálogo cuenta con más de 400 árboles, de los que se publicaron un centenar en un libro). ¿Por qué es singular? Por dos motivos, tanto por el grosor del tronco como por su edad, pues es centenario. Los planes de reforma de Ronda del Marrubial y la adquisición por parte del Ayuntamiento de lo que fueran viviendas del cuartel (parte todavía en uso), farmacia y plaza, hacen inviable la continuidad de ese árbol donde está situado: junto a la valla de las instalaciones del cuartel y con la acera levantada por sus raíces. No es ciudad para viejos...árboles. El nuevo carril del Marrubial pasa por donde está el olmo. Y los pabellones serían derruidos para nuevas construcciones comerciales, aparcamientos y un centro de mayores.

La posibilidad de trasplantar este árbol es escasa por su edad. Primero habría que plantarlo en un vivero. Y ver si se adapta, pues puede rechazar el cambio, mucho más difícil, entre otros factores, con tantos años. Tras la adaptación al vivero habría que llevarlo al terreno escogido. Y de nuevo ver si se adapta. A eso hay que añadir la posibilidad de que se detecten enfermedades. Y todo esto tiene un coste elevado. Rafael Tamajón, experto en botánica, ve muy difícil por tantas cuestiones que se pueda llevar a cabo esta acción.

olmo singular en Ronda del Marrubial II

¿Es un adiós definitivo? No tiene exactamente por qué serlo. Cabe otra opción a juicio del biólogo. Y muy sencilla. Aunque, como veremos, será un adiós al árbol  para decirle hola...a su gemelo. Se trata de una labor de jardinería sencilla. Consiste en coger un esqueje, plantarlo en tierra mojada, echarle un determinado tipo de hormonas, esperar a que eche raíces...y conseguir un clon. Como decían hace mucho los humoristas Martes y Trece interpelándose el uno al otro "si es lo mismo: pero no es igual". El resultado es una réplica genética. Si se hiciera con semillas ya habría material genético de otro árbol. 

Recordemos que Idéfix, el famoso perro de Obélix, lloraba cada vez que cortaban un árbol. Mucho nos tememos que en no demasiado tiempo se produzca un lamento por esta pérdida que recuerde al del perrito de cómic.

Este olmo común comparte otro problema con más olmos comunes plantados en la ciudad: sus sensibilidad a la grafiosis, una enfermedad fúngica (hongos) que ha devastado la población de olmos en Europa y Norteamérica. De hecho ahora se plantan en las ciudades olmos siberianos, muy resistentes a la grafiosis y de crecimiento más rápido.

Sólo un milagro podría salvar a este viejo ejemplar dada la acumulación de circunstancias. Pero este venerable anciano merece todos nuestros respetos.