A LA ALTURA DE LA TORRE DE LA CALAHORRA

Un agente de la Guardia Civil salva a una anciana que se había arrojado al río

El agente, del Subsector de Tráfico de Cádiz, estaba de vacaciones en Córdoba con su esposa y no dudó en meterse en el Guadalquivir para salvar a la mujer de 70 años que pedía auxilio

turistas guadalquivir
photo_camera Turistas sobre el Puente Romano sobre el Guadalquivir

La Guardia Civil de Cádiz ha salvado la vida de una  mujer de 70 años de edad que se había arrojado al rio Guadalquivir desde el puente de La Calahorra, en Córdoba, con la intención de quitarse la vida, pero la rápida intervención del agente evitó que se produjera el fallecimiento de la mujer. El guardia civil se encontraba de vacaciones en la capital cordobesa y no dudó de tirarse al río para sacar a la mujer que pedía auxilio, según un comunicado del cuerpo militar y policial.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 14.00 horas del pasado 1 de octubre, cuando el guardia civil del Subsector de Tráfico de Cádiz, se encontraba paseando con su esposa con ocasión de una visita turística a la capital cordobesa. A la altura del Puente Romano junto a la Torre de La Calahorra, observó cómo una señora de avanzada edad pedía auxilio desde el cauce del río. Sin dudarlo, dejó a su esposa solicitando una ambulancia y Policía Local, mientras el guardia civil se introducía en el río.

El barro dificultó el salvamento

Con mucho esfuerzo el guardia civil pudo sacar a la señora del agua, maniobra no exenta de trabajo debido a la gran cantidad de barro que se acumulaba en la orilla, comprobando, tras dejarla en lugar seguro, que se encontraba en buen estado físico, si bien presentaba un severo cuadro de ansiedad.

La llegada de una patrulla de la Policía Local y de la ambulancia permitió completar el rescate de la señora, siendo reconocida por personal sanitario, quienes tras comprobar sus funciones vitales, decretaron su traslado hasta el Hospital Universitario Reina Sofía.

Con la actuación de este guardia civil se pone de manifiesto una vez más las palabras que reflejó el fundador de la Guardia Civil en su cartilla: "Será siempre un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación, el que se vea cercado de asesinos, se crea libre de ellos; el que tenga su casa presa de las llamas considere el incendio apagado; el que vea su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos", quedando patente el carácter Benemérito del Cuerpo, añade el comunicado.