Esta madrugada ha echado el cierre la primera edición del Chanclas Festival en Lucena, tras dos intensas jornadas de música en las que han pasado por su escenario una docena de bandas de diferentes estilos musicales.
A falta de conocer si el resultado económico se salda con el éxito esperado y de hacer autocrítica y revisar algunos desajustes inherentes al nacimiento de un macrofestival de estas características, lo cierto es que la experiencia ha contado con una gran acogida, salvando incluso el problema de la caída del cartel del principal reclamo de la primera jornada –Supersubmarina, cuyos componentes siguen recuperándose de su accidente de tráfico y para los que han tenido palabras cariñosas casi todos los grupos desde el escenario– .
La apuesta era arriesgada. Tras dos años exitosos en Montilla, los organizadores decidían ampliar el festival a dos jornadas, incorporando zona de acampada, más servicios y una nueva ubicación que les ofreciese las infraestructuras adecuadas. La ciudad elegida era Lucena. La gran entrada de anoche, para ver sobre el escenario a un clásico del pop español como Amaral o la frescura de una de las más consolidadas bandas de la escena independiente española, IZAL, es la mejor respuesta a las incógnitas sobre el éxito de un festival de estas características en pleno mes de agosto y en una ciudad como Lucena, un tanto apática para estas cosas, en la que antes habían fracasado económicamente hasta Julio Iglesias o el propio Bisbal.
Tras una primera jornada eminentemente festera con las ‘big band’ de Muchachito Bombo Infierno y de La Gran Pegatina como cabezas de cartel, ayer abría fuego el ‘flamenco underground’ de Juanito Makandé, para seguir con Arco. La noche continuaba con los dos platos fuertes del cartel. Primero subían al espectacular escenario del Chanclas Festival, Eva Amaral y Juan Aguirre, para desgranar los nuevos temas de su “Nocturnal”, alternadas con las canciones que les han dado a conocer al gran público a lo largo de su dilatada trayectoria musical. Sonido impecable y un show de casi dos horas estudiado al milímetro, con una espectacular puesta en escena.
Amaral daba paso a IZAL, la banda indie de moda, que llegaba a Lucena tras pasar por todas las grandes citas y festivales del verano en nuestro país, en las que han sido imprescindibles. La formación que lidera Mikel Izalentusiasmo a un público eminentemente joven que coreó cada uno de sus temas.
Y para cerrar la fiesta musical de este Chanclas, triple ración de fiesta y música electrónica hasta el amanecer con Les Castizos, Subshock B2B Evangelos y The River.
Acabó el primer Chanclas Festival en Lucena. Ya esperamos el segundo.
