Los turistas comienzan a aparecer, pero con cuentagotas por el Casco Histórico de Córdoba. Bien es cierto que las altas temperaturas no ayudan precisamente a esta recuperación, pero se ve con mucha preocupación la realidad de falta de turistas en la ciudad que no se espera que mejore mucho en los próximo meses.
En un principio, la mayoría de los visitantes son nacionales. Los pocos visitantes llegan de otras provinciales andaluzas, especialmente de Málaga y Granada, y de comunidades españolas como Madrid, Navarra o Valencia, y, muy pocos de Alemania, Francia y hasta Holanda e Italia.
En muchas ocasiones se pueden distinguir unos de otros no sólo por el aspecto y la ropa, sino, sobre todo, por el hecho de que el español medio lleva mascarilla y el extranjero suele obviarla. Así, la estampa de turismo por la ciudad sigue sin ser la habitual, pero, al menos, empieza a despertar.
Por esta razón el Ayuntamiento ha lanzado un llamamiento a los cordobeses y cordobesas para que aprovechen la oportunidad en esta nueva situación de volver a disfrutar de su ciudad y de su Casco Histórico, que está prácticamente libre de visitantes y por tanto de cualquier tipo de masificación.
Así, la Mezquita-Catedral o Medina Azahara, el Alcázar, la Sinagoga, el Templo Romano, Caballerizas, la Malmuerta, San Jerónimo o el Puente Romano siguen igual de impresionantes, con la misma carga histórica en sus piedras y a la espera de que puedan descubrir esos pequeños secretos que permite la visita sin prisas, sin nervios, con pausas, sin agobios y con mucha tranquilidad. Es el momento.
